RECUERDOS SOBRE EL PINTOR MANUEL MUÑOZ BARBERÁN EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
Cuando le expliqué que el objetivo de la exposición era el desagravio al anónimo pintor prehistórico que había realizado las pinturas rupestres del abrigo de “El Mojao”, destrozadas en 1990 de forma intencionada por un inculto delincuente, me dijo sin dudarlo que contará con él. A los pocos días se pasó por el Museo con su amigo Juan Guirao, para que le mostrará alguna fotografía de las pinturas rotas y conocer la sala de exposiciones temporales donde se iba a mostrar la exposición. Mantuvimos una enriquecedora conversación, donde me dijo que mi abuelo Blas Rodríguez Lorente, fue su maestro en las graduadas de la calle Cava y que lo recordaba como un buen maestro.
En la exposición “Homenaje” participó con dos obras creadas ex profeso, un óleo sobre lienzo (146 x 114 cm) que tituló “El grito del pintor”, significativa pintura que representa a un hombre desnudo con los brazos abiertos y gritando al descubrir la profanación de sus pinturas y de los sentimientos que le habían llevado a pintarla. La segunda obra la tituló “El gran mural”, y en ella representa el momento en que dos hombres están pintando en las paredes de un abrigo diferentes motivos de las pinturas rupestres levantinas.
El día de la inauguración quiso estar presente, junto a casi todos los pintores que participaban en el “Homenaje” al primer pintor lorquino, en un acto emotivo y participativo. Con este recuerdo quiero sumarme al centenario del nacimiento del gran pintor Manuel Muñoz Barberán, nombrado Hijo Predilecto y Medalla de Oro de la Ciudad de Lorca, y que siempre estuvo dispuesto a colaborar con su obra en estas pequeñas exposiciones y actos culturales organizados en su querida Lorca.