Una oleada de robos desata el pánico en pedanías y casco histórico con una docena de robos y agresiones en viviendas y comercios en apenas una semana.
• La gente nos dice que no se atreven a salir a la calle a partir de ciertas horas. No se puede jugar con la seguridad ciudadana, ni inventarse grupos «antidisturbios y de tiro de combate». Es la consecuencia de dejar a las pedanías sin presencia policial, y de tomar decisiones ridículas como las de poner falsas cámaras de vigilancia en las farolas.
Las pedanías y el casco histórico de Lorca vienen acumulando una intensa oleada de robos, asaltos, actos vandálicos e incluso agresiones físicas en las últimas semanas. Los casos más recientes han sido los robos en cuatro viviendas de La Hoya, otras seis en Tercia, además de un robo en el estanco de La Parroquia, en el que el dueño resultó herido, y el conato de asalto a la Casa del Artesano, atacando su puerta a hachazos.
En el caso de La Hoya, los asaltos tuvieron lugar en la madrugada del pasado sábado, cuando una banda organizada de ladrones desvalijó dos viviendas y causó importantes daños en otras dos, ubicadas en los caminos Casa de la Peña y Caracoleros. En las casas que lograron entrar, sustrajeron joyas personales, pequeñas cantidades de dinero (incluyendo huchas de los hijos), además de ordenadores y otros objetos familiares de marcado valor sentimental. Además, revolvieron toda la ropa, arrancaron las rejas y destrozaron puertas de acceso y ventanas.
Las familias afectadas por esta oleada de robos en la pedanía de Tercia nos han informado que han resultado afectadas seis viviendas. Los ladrones accedieron a cuatro de ellas, las saquearon por completo y sustrajeron todos los enseres que pudieron, además de reventar puertas y ventanas, y romper la fachada de las viviendas para arrancar las rejas.
La pedanía de La Parroquia también está sufriendo esta intensa oleada de robos, con un asalto al estanco en el que resultó agredido el propietario.
Los vecinos afectados se preguntan dónde está la Policía y por qué la han retirado de las pedanías. Nos han asegurado que la Policía Local sí que patrullaba antes por allí, pasando hasta tres veces cada noche, pero ahora están abandonados.
La concejal de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Lorca por el Partido Popular, María Belén Pérez, ha manifestado que esta situación es consecuencia directa de la decisión de Diego José Mateos de retirar a los agentes de la Policía Local de las pedanías. La realidad es que han dejado vendidos a los vecinos, abandonados a su suerte y desprotegidos, ante lo que exigimos que la Policía Local vuelva inmediatamente a las pedanías, tal y como se acordó a propuesta del Partido Popular en el pleno del Ayuntamiento del pasado mes de octubre.
Pérez Martínez ha afirmado que los lorquinos sufren el periodo más negro en materia de seguridad ciudadana de los últimos 20 años, como lo confirma el Ministerio del Interior en su balance de criminalidad, con las peores cifras desde que hay registros. Lorca es hoy una ciudad más sucia e insegura, pero los ciudadanos pagamos los impuestos más caros de la historia.
Tenemos que denunciar que actualmente no se está desarrollando una labor preventiva para evitar estos robos. La seguridad ciudadana se les ha ido totalmente de las manos por las pésimas decisiones de Mateos. El alcalde sanchista sabe perfectamente lo que está pasando, y no ha articulado ningún tipo de respuesta a los vecinos. Esta es la seguridad que trae el sanchismo, un abandono total.
En el casco urbano, pese a la oleada de robos y actos vandálicos, no ha habido un plan de seguridad, como tampoco hay un proyecto de gobierno para la ciudad en general, y lo que está pasando ahora es consecuencia de la pésima gestión política del Sr Mateos. Asistimos a robos y destrozos casi a diario. Se han convertido en una constante en el casco histórico, donde los asaltos son casi diarios. Los ejemplos más recientes han sido los daños a hachazos en la puerta de la Casa del Artesano y el desvalijamiento de un comercio, del que reventaron su puerta de acceso para llevarse la caja con el dinero de la recaudación.
Estamos ante un tremendo fracaso de las irresponsables medidas impuestas por el alcalde de Pedro Sánchez, que ya debería haber aprendido que no se puede jugar con las cuestiones de seguridad ciudadana, ni andar inventándose unidades «antidisturbios y de tiro de combate». Es la consecuencia directa de dejar a las pedanías sin presencia policial, y de tomar decisiones ridículas como las de poner falsas cámaras de vigilancia en las farolas.
El brusco incremento de la criminalidad confirma que el grupo antidisturbios y de tiro de combate, no es un recurso necesario, porque aquí sólo se registran aglomeraciones de personas en Semana Santa y Feria, y lo que se necesita es perseguir a los delincuentes desde el patrullaje, la prevención y los controles continuados.