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Una pequeña ONU en el municipio

Hasta 85 nacionalidades conviven en el territorio lorquino, especialmente en el centro de la ciudad La colonia marroquí es ahora la más numerosa, pero se ha experimentado un fuerte crecimiento de inmigrantes procedentes de países subsaharianos

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LORCA- 18/6/2015. Inmigrantes

La población del municipio, de acuerdo con el padrón de habitantes, no se ha modificado de forma sustancial en los últimos años. En 2009, oficialmente había 91.906 habitantes que subieron a 92.694 el año siguiente. En 2011 y 2012 el incremento fue ligeramente superior, sobrepasando los 92.800, para bajar un poco en el 2013. Sin embargo, fue el año 2014 el que registró un descenso más sensible en el número de habitantes puesto que la cifra total fue de 91.759. La pérdida de población, en comparación con 2009, no fue tan grande: solo 147 personas menos.

Este año hay datos provisionales que apuntan a un ligero incremento en el número de habitantes que podrían superar de nuevo el listón de los 92.000, pero la cifra oficial no se conocerá hasta el próximo 31 de diciembre.

Esa nutrida población del municipio está integrada por un total de 85 nacionalidades distintas, una pequeña ONU de andar por casa, en la que, como es natural, el colectivo más numeroso es el español que supone algo más del 80%, o sea 73.754 vecinos. El número de mujeres es de 37.361 y el de varones 36.393.

La colonia marroquí con 8.100 personas es en este momento la más numerosa entre los colectivos extranjeros. Existe una clara descompensación entre hombres y mujeres, ya que los varones son 5.208 y las mujeres 2.892, aunque en los dos últimos años la presencia femenina es mayor por las reagrupaciones familiares.

Desciende paulatinamente la colonia ecuatoriana que tuvo unos años en que era la más numerosa. Baja desde el año 2009, coincidiendo con los inicios de la crisis económica, pero de una manera especial a raíz de los terremotos de mayo de 2011. Los últimos datos de principios de este año la sitúan en 4.834 personas. En muchos casos fue por retorno a su país, pero también los hubo por traslado a otras regiones españolas.

Otros colectivos nacionales numerosos son los de Rumanía con 1.320 ciudadanos, de los que son mujeres 588; de Bolivia, con 909 personas y casi la mismas proporción entre hombres y mujeres; de Reino Unido, con 444 personas; y Bulgaria ,con 441.

En el lado opuesto de esta clasificación en función del número nos encontramos con una serie de países cuya representación en el municipio es muy minoritaria. Es curioso, por ejemplo, que de Albania, Filipinas, Guinea Bisau, Guinea Ecuatorial, Líbano, Malta, Sierra Leona y Vietnam, haya un solo individuo censado y es varón. La misma situación, de una sola persona en el padrón de habitantes, en este caso de mujeres, lo encontramos con Armenia, Etiopía, Letonia, Luxemburgo, Mozambique, Palestina, Serbia, Suecia y Túnez.

En el grupo de los países con menor presencia en el municipio están también Costa de Marfil, Egipto, Guinea, Zaire, Hungría, Bangladesh, Camerún, Dinamarca, Indonesia, Eslovenia, República Checa y Panamá.

Otro aspecto en cuanto a la inmigración que se ha puesto de manifiesto en los últimos años es el incremento de la población africana afincada en la ciudad que, de acuerdo con los datos oficiales, ha subido en torno al 50%. Muchos de ellos son norteafricanos, pero no deja de ser patente, y cada vez más, la presencia en las calles de inmigrantes subsaharianos. La colonia de Ghana en estos momentos asciende a 354 personas, de las que solo 52 son mujeres. Las de Nigeria y Senegal suponen 136 y 103 personas respectivamente.

China, India y Pakistán, por otra parte, son los países asiáticos que tienen una mayor presencia en el padrón municipal de habitantes de Lorca. Hay censados 141 chinos, 38 hindúes y 111 pakistaníes.

Del campo a la ciudad

Los inmigrantes vivían hace algunos años en su mayoría en las pedanías. Residían en viejas viviendas de la huerta que fueron habilitadas para acoger a grupos de inmigrantes, la mayoría hombres, que compartían gastos. Sin embargo, desde hace unos años esa situación ha cambiado y cada vez son más los que viven en la ciudad y más concretamente en el centro. Lo hacen en pisos de alquiler, aunque son cada vez más los que se lanzan a adquirir una vivienda en propiedad, la mayoría de origen ecuatoriano, según apuntan fuentes de varias inmobiliarias de la ciudad consultadas por ‘La Verdad’. La crisis y los terremotos ha llevado a que muchas de ellas se pongan en venta por la marcha de sus dueños.