Vecinos de la Virgen de las Huertas se manifestarán para evitar la marcha de los frailes franciscanos tras 500 años de estancia en el convento.
La Orden Franciscana se marchará de Lorca después de más de cinco siglos de presencia en la ciudad. La decisión ha sido adoptada por el Gobierno de la Provincia Franciscana La Inmaculada, a la que pertenece el convento lorquino. Las reacciones no se han hecho esperar y ya hay quien pretende poner en marcha movilizaciones para que los frailes no tengan que abandonar el municipio.
Para miles de ciudadanos lorquinos, los frailes, como se les conoce popularmente, forman parte del ‘patrimonio’ de Lorca. Confían en que las autoridades competentes tomen la iniciativa y emprendan los pasos necesarios para evitar que se vayan. Si no lo hacen, serán los propios vecinos los que tomarán la iniciativa. La noticia ha caído como un jarro de agua fría en la población, aunque todavía no han transcendido los motivos. La decisión adoptada por el Gobierno de la Provincia Franciscana de la Inmaculada, una de las tres que hay en España, (las otras dos están en Galicia y País Vasco), ha sido ya comunicada por el Padre Provincial de la Orden al convento franciscano lorquino con el compromiso de desplazarse hasta la ciudad para explicar las razones de la marcha de los religiosos, tanto a la comunidad religiosa como a los representantes de la sociedad civil que guardan relación con el santuario que acoge a los frailes, algo que va a ocurrir este próximo fin de semana.
En el convento franciscano se venera a la patrona de Lorca, la Virgen de las Huertas. Actualmente habitan en él cuatro frailes que serían reubicados en otros puntos de la Región, donde tiene presencia la citada orden, o del resto de España.
La iglesia de las Huertas fue levantada por el concejo lorquino a mediados del siglo XV. El mismo concejo se constituyó como patrón de la misma. A cargo de ella había un fraile dominico que la abandonó voluntariamente. Ello hizo que el concejo pidiera al obispo la presencia de un fraile franciscano, concretamente el doctor don Fray Fernando de la Mota, perteneciente a la orden de los frailes menores. Estaba considerado como «buena persona, letrado y buen predicador y al mismo tiempo necesario para la ciudad a fin de que cuidara de la iglesia». Desde ese momento y a lo largo del decenio de 1460, mitad del siglo XV, los franciscanos se establecieron en Lorca y en ella permanecen hasta el momento, formando parte del patrimonio y paisaje de esta tierra.
Salvando los agitados periodos de la desamortización de Mendizábal (1835-1836) y la Guerra Civil española (1936-1939), la presencia franciscana en Lorca y más en concreto en el convento de la Virgen de las Huertas ha permanecido de forma ininterrumpida hasta nuestros días. En otros tiempos, en el convento llegaron a haber más de 20 frailes. Han sido los encargados, no solo de custodiar a la patrona de Lorca, sino también de la atención espiritual a la población.
El convento, que sigue en obras tras los terremotos de 2011, es propiedad de la orden franciscana. Se considera como una parroquia más de Lorca. Deberá ser el Obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, quien decida sobre el uso que tendría, en el caso de que finalmente se marcharan los frailes y fuera un párroco quien se ocupara del convento.
En la construcción del edificio se contó con la colaboración de muchas familias lorquinas, mientras que en la reconstrucción, tras los terremotos de 2011, han sido las instituciones regionales y estatales las que han hecho frente a la mayor parte del gasto. Muchos no entienden cómo se puede tomar una decisión de este tipo con las obras todavía a medias.