Año 2017. Una ventana hacia 12 propósitos saludables, equilibrados y, sobre todo, realistas.
Estrenamos año. Un buen momento para reflexionar, hacernos buenos planteamientos, pero sin ser demasiados exigentes con nuestras metas. Está bien pararse a reflexionar, encontrar un hueco que nos haga pensar qué nos gustaría cambiar en nuestra vida. Pero todo ello, siempre con cabeza, con el objetivo final de encontrarnos mejor física y emocionalmente.
Por tanto, los propósitos de cambio siempre son buenos, pero desde el punto de vista positivo y siendo realistas para así evitar sinsabores posteriores. La idea es siempre apostar por un balance en nuestras vidas que nos haga sentirnos mejor con nosotros mismos. Y ello implica un cúmulo de aspectos, desde un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada, hasta unos hábitos emocionales que nos aporten también estabilidad. Eso es, menos estrés, más descanso, tranquilidad y tomarnos las cosas con calma. Sosiego, comida de temporada, ejercicio moderado y descanso son buenos ingredientes.
- Equilibrio emocional:
Trabajar por nuestro bienestar interior siempre repercutirá de forma positiva en nuestra forma de afrontar el día a día. Podemos incluir actividades que nos hagan encontrar esa paz, esos pequeños gestos que nos hacen sentir mejor. Puede ser un hobby, caminar, jugar a tenis, escuchar música, hacer maquetas, meditar, etc.
- Alimentación saludable:
Llevar un estilo de vida saludable también se traducirá en encontrarnos mejor. Gestos tan sencillos como olvidarnos de productos industriales, grasas saturadas y comida prefabricada como norma en nuestro día a día es un buen ejemplo. Menos fritos
- Productos de temporada y de nuestra tierra:
- Ejercicio acorde a nuestro estado físico:
- Aprendizaje:
- Organización:
- Descanso:
- Nuevas recetas:
- Asesoramiento nutricional:
- Actitud: Buscar el lado positivo de las cosas.
- Frutos secos y legumbres: Recuperar costumbres.
- Respeto a nuestro entorno