El ayuntamiento de Lorca detecta viviendas con puertas y ventanas tapiadas en las que hay personas empadronadas.
El alcalde destacaba que «no hay un patrón definido. Nos estamos encontrando estas situaciones en el casco antiguo, pero también en barrios y en pedanías».
Gil Jódar insistía en que «era una promesa electoral crear esta unidad que detectara y combatiera los fraudes en el Padrón Municipal, con intención de desmontar el modelo de ‘Ciudad dormitorio’ que se ha extendido por todo el municipio».
La Unidad de Control del Empadronamiento, Uce, del ayuntamiento de Lorca, un órgano que actúa de manera transversal y en la que concurren Urbanismo, Policía Local, Secretaria General y Estadística, se reunía este martes en la Alcaldía para iniciar investigaciones tras detectarse las primeras anomalías en el Padrón de Habitantes del municipio.
La reunión la presidía el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, quien al término del encuentro recordaba que esta Unidad de Control del Empadronamiento «surge de una necesidad imperiosa tras descubrirse determinadas situaciones en el Padrón que no están de acuerdo con la realidad actual».
Se han detectado, aportaba, «viviendas con puertas y ventanas tapiadas, que no son habitables, ni están habitadas, y en las que, sin embargo, aparecen personas con nombres y apellidos adscritas a esas propiedades en el Padrón Municipal de Habitantes».
Pero también otras «en las que residen un importante número de personas que no corresponden a unidades familiares. Es decir, no tienen vinculación familiar alguna. Estamos hablando de hasta diez individuos que residen en una misma vivienda y que no comparten lazos familiares».
El alcalde aseguraba que entre los asuntos que se están abordando por parte de la Unidad de Control del Empadronamiento no solo hay viviendas tapiadas que aparecen como lugar de residencia en el Padrón, sino que también hay adscritos ciudadanos en «almacenes que han sido adecuados sin la necesaria licencia de obras y licencia de primera o segunda ocupación».
Ponía énfasis en una propiedad concreta en la que se han detectado varias construcciones (casas, almacenes y naves) «a las que se han sumado incluso módulos prefabricados para ampliar el espacio destinado a vivienda para personas. En esta propiedad, en concreto, se ha dado ya orden para que se lleven a cabo las primeras inspecciones, ya que se ha detectado el empadronamiento de hasta 49 personas». Y no aportaba más detalles por encontrarse «en el transcurso de la oportuna investigación» por parte de la Unidad de Control del Empadronamiento.
Gil Jódar insistía en que estas situaciones «no tienen un patrón definido. Nos las estamos encontrando en el casco antiguo, pero también en barrios y en pedanías». Y reiteraba que lo que se pretende es «detectar esas situaciones anómalas. Estamos hablando de negocio con personas, de efecto llamada porque en Lorca ‘se puede’. Y todo ello, nos ha llevado a convertirnos en una ‘Ciudad dormitorio’. Aunque nos consta que la puesta en marcha de la Uce está ejerciendo ya de ‘efecto disuasorio’ «.
Los ‘posibles engaños’ en el Padrón Municipal constituyen un compromiso personal con Lorca, aseguraba el alcalde, que agregaba en que «anuncié que perseguiríamos este tipo de actitudes. Y que lo íbamos a hacer ‘puerta a puerta’ en las viviendas que se sospechara que existía fraude. Es una necesidad social crear esta unidad que detectara y combatiera los fraudes en el Padrón Municipal con intención, insistía, de desmontar el modelo de ‘Ciudad dormitorio’, que se ha extendido, como se está viendo, por todo el municipio».
Insistía que se iniciaba así este martes el trabajo para «evitar el hacinamiento en viviendas e inscripciones irregulares». Y concluía que las sanciones por el incumplimiento de la norma van desde 750 euros a 3.000 euros, pudiendo afectar no solo al propietario, sino también a los moradores. Y que incluso se podría «cursar la baja por inscripción indebida a quienes figuren empadronados incumpliendo los requisitos».