El 99% de la población del municipio está conectada a sistemas de depuración de aguas residuales, después de que el Gobierno regional haya ejecutado, casi al completo, las infraestructuras incluidas en el plan integral de tratamiento de las aguas residuales de Lorca, que comenzó en el año 2007 con una inversión prevista de 100 millones de euros. Lo dijo ayer en Lorca el director general del Agua, Andrés Martínez, quien supervisó el estado de las obras de la estación depuradora de Ramonete, que, según las previsiones, estarán concluidas a finales de este año.
Esta planta será por tanto la última gran actuación que resta para completar el tratamiento de las aguas en el municipio. El proyecto permitirá que las aguas residuales de los núcleos de población de Ramonete, La Lebrilleras, Los Curas y Puntas de Calnegre puedan ser depuradas. Dará servicio a una población estimada de 6.000 vecinos.
La inversión en esta última infraestructura ha sido de 1,9 millones de euros, con la cofinanciación de fondos FEDER de la Comunidad Europea. El plazo de ejecución del proyecto es de 13 meses.
Martínez explicó que ya van muy avanzados los trabajos, de forma que concluirán en la fecha prevista, aunque aún están pendientes de aprobación las obras de dos colectores de transporte de las aguas residuales desde el paraje conocido como kilómetro 15 y Calnegre hasta la planta de Ramonete.
Colectores secundarios
El director general del Agua matizó que en el municipio «aún quedan pequeños núcleos de población» que no disponen de este sistema de saneamiento, pero se trata de actuaciones de menor entidad, ya que las zonas que quedan pendientes se conectarán a través de colectores secundarios con la depuradora más cercana. Andrés Martínez señaló que recientemente han concluido las obras de la depuradora del río Turrilla en Zarcilla de Ramos, que da servicio a las pedanías altas y están pendientes de otras inversiones superiores a los seis millones de euros para conectar pequeños ramales hacia el gran colector de la Rambla de Biznaga en Purias, que conduce las aguas residuales hasta la depuradora de La Hoya. Se trata de obras que serán ejecutadas a lo largo de este año y el próximo, adelantó.
Martínez puso de relieve que «prácticamente el 100% de los recursos depurados son utilizados para la agricultura». Las aportaciones de agua sin carga contaminante supondrán un caudal anual de entre ocho y diez hectómetros para el campo lorquino.
