Las semillas de quinoa de Bolivia que echaron raíces en Lorca.
Fue en las páginas de la revista National Geographic donde Juan Montes escuchó por primera vez hablar de la quinoa. Este agricultor de La Hoya, en Lorca, preguntó entonces a sus trabajadores de Bolivia por ella y, a la vuelta de un viaje a su país de origen, estos le trajeron semillas de un producto en auge en los últimos años. Él se empeñó en cultivarlas y, finalmente, ha conseguido ponerlas en producción y comercializarlas.
De hecho, la adaptación ha sido tan exitosa que han llegado a encontrarse con plantas de quinoa de hasta cuatro metros de altitud, frente a los dos que se alcanzan en Los Andes. Durante estas semanas, este agricultor lorquino trabaja en la siembra de la quinoa para esta campaña. Su producción, nos ha contado, tiene un ciclo muy similar al del trigo y se prolongará durante unos cuatro meses.
Juan Montes ha apuntado que uno de los principales inconvenientes que están encontrando ahora mismo para su introducción en el mercado es el desconocimiento por parte del consumidor, que no sabe cómo se prepara o qué uso se le puede dar en la cocina para incluirla en su dieta.
Mientras tanto, sí que nos cuenta que hay clientes a los que están llegando a través de importantes cadenas de alimentación especializadas en productos ecológicos y que se interesan por su quinoa y dónde pueden conseguirla en otros establecimientos.
De los Andes al Estación Espacial Internacional
Junto a la patata, la quinoa es la base de la alimentación de la población de los Andes desde hace 5.000 años. Nos lo ha contado Juanjo Ramírez, que también nos ha hablado de la historia y el origen de este producto que incluso forma parte de los astronautas que se encuentra en la ISS, la Estación Espacial Internacional.
«No tiene gluten, al contrario de los cereales, y esto además es interesante para celíacos y personas con problemas de intolerancia», nos ha contado nuestro colaborador. Además contiene todos los aminoácidos fundamentales para la renovación de las células de nuestro organismo. «Es un difícil encontrar un alimento que pueda reunir todas estas propiedades, porque además no tiene grasa y es fácil de preparar», hace hincapié, aunque señala a la falta de comercialización como principal problema para la quinoa: «Por la falta de información sobre cómo cocinarlo y sus características», según Juanjo Ramírez.
Nos ha explicado que la quinoa viene recubierta por la saponina, que la protege, pero que hay que limpiar antes de usarla en la cocina. Una vez lavada, se cuece durante unos quince minutos y se puede usar en ensaladas, en salteados, en guarniciones, incluso en postres.
