Los agricultores muy descontentos con el recorte del 40% del agua del trasvase.
La medida ha sido adoptada por la sequía, la sucesión de trasvases cero del Tajo-Segura y por la incertidumbre sobre el futuro del acueducto. «Las noticias que llegan para los próximos tiempos no son nada buenas», dijo el presidente de la Comunidad de Regantes, Juan Marín, que advirtió de que la coyuntura es «muy compleja».
Los regantes solo dispondrán de 300 metros cúbicos por hectárea y mes entre diciembre y marzo y confió en que la situación se pueda revertir, si llueve en los próximos meses, para finalizar el año hidrológico «con normalidad». Los agricultores deberán regular su consumo y ser «consecuentes y responsables», porque, si agotan todo el suministro, habrá fincas que no se podrán regar a partir de la primavera. En términos de negocio, según Marín, los recortes supondrán un 40% menos de jornales en el campo y de actividad en las cooperativas y en las alhóndigas.
El presidente de los regantes no albergó ninguna esperanza de que haya una nueva aportación de agua del Trasvase del Tajo. «Se está librando una batalla política entre distintas comunidades autónomas y Castilla-La Mancha es la que se está llevando el gato al agua para dejarnos sin un recurso vital», dijo.
Marín confió en que la situación cambie con la llegada de las bajas temperaturas que se han dejado notar en las últimas jornadas y que han contribuido a mejorar la calidad de verduras y hortalizas. Los clientes del norte de Europa han comenzado a demandar los productos de la Región, ante la imposibilidad de cultivar por estar sus termómetros bajo cero.
Uso ganadero
Entre los asistentes a la asamblea también se encontraban ganaderos, que celebraron «el gran logro de la concesión de agua» de la Comunidad de Regantes para dar de beber a sus animales, dijo una de las asistentes, María Dolores Pérez, que aseguró que «estamos aquí para dar las gracias». El presidente de la Agrupación de Defensa del Ganado Porcino (Adespolorca), Francisco Román, dijo que «la mayoría somos agricultores y ganaderos, pero no teníamos legitimidad para usar el agua en la ganadería, llevábamos cinco o seis años luchando» para conseguir incorporarse como ganaderos a la Comunidad de Regantes, ya que hasta ahora «no podíamos justificar» el uso de ese agua.
