Inicio Historia Los baños de Carraclaca. Antonio Valero de Torres

Los baños de Carraclaca. Antonio Valero de Torres

    Aunque nos suene raro, la llegada de los cristianos en el siglo XI, acabaría con la buena y sana costumbre de la limpieza, pues el rey Alfonso VI prohibió la construcción de nuevos edificios de baños, ya que él no era partidario de este saludable hábito higiénico.

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153.BAÑOS DE CARRACLACA.

A pesar de ello, los baños existentes continuaron abiertos gracias a las mujeres mudéjares que los regentaban para atender a cristianos, judíos y musulmanes.

También hubo épocas en que los baños eran solo en los ríos y en sus orillas se celebraban las fiestas populares y romerías. Nosotros tuvimos baños en el Guadalentín, cerca de la Velica, junto a unos altos eucaliptus, hicieron una represa, que hacía elevar el nivel del del agua a un metro o poco más y era una delicia ver el ambiente alegre y bullicioso que se formaba, con enorme público y que se completaba con un chiringuito hecho con cañas y ramas de baladre, con servicio de bebidas en la misma orilla.

La primera Casa de Baños de la que se tiene cabal constancia es de 1628, que estaba en la calle Jardines de Madrid.

En Lorca hemos tenido dos balnearios famosos: El de la Fuensanta y el de Carraclaca.

El balneario lorquino de Carraclaca tiene una breve historia que se remonta al 1912 y acaba en la década de 1960, en que se abandona totalmente y solo quedan las ruinas.

.Estaba situado en las estribaciones de la Sierra de Tercia, a uno dos kilómetros del barrio de Apolonia, zona llamada Carraclaca, donde estuvo el campo de tiro del Regimiento Mallorca XIII y geológicamente asociado a una de las fallas que atraviesan Lorca.

El manantial afloraba a una temperatura de 20 grados. Sus aguas eran cloruradas sódicas, extremadamente duras a causa de su gran cantidad de calcio y magnesio en disolución. Además contenían bastante flúor, lo que permite clasificarlas también como fluoradas, sirviendo comúnmente para evitar las caries.

El baño ayuda a la relajación y a contrarrestar muchas enfermedades de la piel y su utilidad era ya conocida por los romanos y luego por los musulmanes.

La ciudad española donde el agua está más presente en la vida de los ciudadanos es Lanjarón, donde en su villa termal, en la provincia de Granada, se encuentran, según dicen, las personas más longevas de todo el planeta y también afirman, que sus aguas son “ fuente de vida, de la salud y de la eterna juventud”.

La diferencia que hay entre los balnearios y los spa, es que en los primeros el agua nace con unas características químicas y medicinales, mientras en los segundos, el agua es totalmente corriente sin ninguna propiedad especial.

Las aguas medicinales pueden ser bebidas, en caso de enfermedades digestivas o utilizadas para baños, cuando las enfermedades son de la piel, de las articulaciones o de carácter óseo.

Antiguamente el “tomar las aguas” como se llamaba el ir a los balnearios estaba restringido a las clases burguesas y aristocráticas, pero poco a poco fue ampliándose a las demás capas sociales. Hoy hay ofertas oficiales del Inserso, a los mejores balnearios a precios módicos y bastante asequibles.

El balneario que ha gozado de la mayor fama ha sido el Baden-Baden, en Alemania y el Spa, en Bélgica. Hay quién cree que los Spa se llaman así por esta ciudad, pero hay otra teoría que es que su denominación es de la frase latina: Salus per acquam, o sea, salud por agua, que parece la más tradicional y bonita.

( Página de mi nuevo libro: » Curiosidades históricas de Lorca y sus gentes ).