Las reclamaciones vecinales para conseguir seguridad peatonal, entre el paso a nivel del ferrocarril y la parte más ancha del Camino de Marín, en una zona urbana en crecimiento, que cada vez acumula más circulación rodada, han dado sus frutos tras una reunión con los responsables municipales de obras. Está en marcha la construcción de una acera que tendrá unos 220 metros de longitud y tres de anchura en el tramo de ese camino, que en realidad está llamado a convertirse en una calle más, en que por su estrechez el paso de los peatones es peligroso.
La zona conflictiva de esta calle es la que discurre entre el paso a nivel del ferrocarril y el cruce con el Camino del Gato, en la que, de acuerdo con el plan de ordenación, están previstos varios desarrollos urbanísticos, de los que solo uno se ha hecho realidad, con el consiguiente ensanche del Camino de Marín y la construcción de aceras.
Sin embargo, el primer tramo de dicho camino, el que discurre desde el ferrocarril hasta la urbanización ya en marcha, se quedó con la vieja estrechez de la calzada, pero se ha producido un crecimiento notable de la circulación rodada a consecuencia, entre otras cosas, de la concentración en la zona de algunos servicios generales de la ciudad, como el centro de salud Sutullena, el centro de salud mental, la Escuela Municipal de Música y Artes Plásticas y una escuela infantil. Además, en los próximos meses, esa dotación de servicios se incrementará con la nueva Comisaría de Policía, que se construye en la confluencia de los caminos del Gato y Marín, lo que todavía recargará más tráfico. El Camino de Marín suele ser muy utilizado por los conductores como atajo para evitar circular por el centro de la ciudad.
Solución provisional
El concejal en funciones de Obras, Ángel Meca, explicó ayer el detalle de esta solución provisional para proteger a los peatones porque «no podemos ensanchar la calle hasta que los propietarios de las parcelas no dispongan de los proyectos urbanísticos necesarios, y eso, de momento, parece que no será pronto».
Y añade que «lo que estamos haciendo es aprovechar una zona junto a los solares para hacer esta especie de acera. Se ha hecho la explanación eliminando un muro deteriorado existente y mañana, sábado, en que la intensidad del tráfico es menor, se procederá al asfaltado.
También se va a colocar una valla de madera para evitar invasiones por parte de los vehículo, así como la señalización vertical y horizontal necesaria para asegurar la seguridad de los peatones». Como la mayor parte de esta actuación se hace con medios propios del Ayuntamiento, la inversión real está un poco por encima de los 5.000 euros.
me alegro mucho de que se haya arreglado al menos parcialmente, porque era un verdadero peligro andar por alli.
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