Por primera vez en la historia de Lorca, el pleno reprobará al concejal Antonio Meca de la oposición por sus continuas faltas de respeto institucional y personal.
El Pleno del Ayuntamiento de Lorca que se celebrará mañana viernes 1 de marzo se prevé que estará animado a cuenta de la polémica originada por Antonio Meca contra el edil de IU Pedro Sosa, que no deja de ser según distintos políticos del pleno, un ejemplo más de una interminable lista de descalificaciones, insultos y falsedades vertidas durante esta legislatura, por una persona que varios de sus compañeros de partido y del pleno, opinan que necesita un «tratamiento mental profundo».
Por estos continuos hechos los grupos políticos del Partido Popular e Izquierda Unida-Verdes, tienen previsto aprobar una moción de urgencia, presentada por la segunda de las formaciones políticas citadas, con la intención de reprobar la actitud del portavoz y único concejal de Ciudadanos, Antonio Meca.
De ser así, sería la primera vez, desde el comienzo de la etapa democrática que ocurre algo similar. El grupo popular cuenta para ello con el respaldo del comité ejecutivo de dicho partido, según ha anunciado el presidente del mismo y alcalde del municipio, Fulgencio Gil.
Desde el PSOE, su portavoz, Diego José Mateos, considera que el Pleno «está para otras cuestiones más importantes, como son las de tratar de solucionar los problemas que sufren los ciudadanos».
La gota que ha colmado el vaso ha sido el escrito presentado hace unos días por Meca, dirigido al alcalde y a través del cual denuncia que la empresa municipal de limpieza viaria (Limusa), tiene arrendado un trastero de 15 metros cuadrados a la madre del concejal de IU, Pedro Sosa, quien a la vez pertenece al Consejo de Administración de Limusa, por una cuantía de alquiler de 279 euros mensuales, lo que resulta a 18,62 euros el metro cuadrado, nueve veces por encima del valor de mercado, con lo cual, según Meca, «es incompatible y no se cumple con lo exigido en el código ético de la citada empresa».
Sosapor su parte afirma que su incorporación al Consejo de Administración de Limusa se produjo en enero de 2009, con posterioridad a la firma del contrato del alquiler en cuestión, lo que según él, «no incurre en conflicto de intereses ni en incumplimiento de su código ético». Sosa añade que el motivo de la reprobación «es por la actitud que Meca ha mostrado a lo largo de la legislatura, no solo respecto a los concejales, sino también de los funcionarios que han sufrido acoso por parte de este señor».
