PONCIO PILATO NACIÓ EN LORCA? por Antonio de Cayetano.
En los próximos días de Semana Santa se rememora la pasión y muerte de Cristo, pero cuando se recuerda su historia hay otro personaje que va siempre ligado a él, su verdugo. Poncio Pilato es según los evangelios el responsable de la condena a Jesucristo, pocos deben de ser, los que no sepan de su existencia, del gesto de lavarse las manos desentendiéndose del asunto y contentando a la muchedumbre con la liberación de Barrabás, siendo posteriormente condenado Jesús a ser crucificado por los delitos de creerse el rey de los judíos y reconocerse como hijo de Dios, hecho que ha quedado grabado en la historia para la eternidad.
A Poncio Pilato se le menciona y recuerdan los católicos practicantes cada vez que rezan la oración del Credo, citándolo como el que gobernaba en aquellos tiempos que tuvo lugar la pasión, muerte y resurrección de Cristo, pero poco más se sabe de él, aparte de que fue nombrado prefecto (gobernador) de la provincia de Judea, la actual Palestina, por el emperador romano Tiberio en el año 26 de nuestra era, y que estuvo en el cargo algo más de 10 años. En alguna publicación se dice qué tras ser destituido se marchó a Roma y allí se perdió su pista, en otras que fue mandado degollar por el propio emperador Tiberio. También se ha escrito que se suicidó por remordimiento al igual que lo hizo Judas, se dan detalles de que fue con su propio cuchillo y que su cuerpo fue después atado a una rueda de molino y arrojado al Tíber, incluso que se perturbaron las aguas y que por este motivo hubo que sacarlo y llevado entonces a la ciudad francesa de Vienne y hundirlo en el Ródano, pero como pasó igual, se trasladó a un lago cercano a la ciudad suiza de Lucerna, ciudad que tiene un monte llamado Pilatus y que la leyenda atribuye a Poncio Pilato por estar allí enterrado.
También se ha recogido en alguna publicación que sus últimos días pudo pasarlos en España, más concretamente en el pueblo malagueño de Cártama, un pueblo que bajo el nombre de Cartima fue muy importante durante el dominio romano. Pero todo esto son solo conjeturas, pues no hay documentación ni base histórica, solo que a principios de los años sesenta del pasado siglo, se halló una lapida de época romana durante las obras de derribo del ayuntamiento, y parece que en ella estaba grabado el nombre de Claudia Prócula, que fue la esposa de Poncio Pilato, por lo que uniendo ese dato a otra inscripción del apellido Prócula de una columna también romana que había en el cementerio de la localidad, se pensó que este sería el pueblo originario de Claudia, aunque por otra parte el apellido Prócula era muy habitual en toda la región Bética. La verdad es que tampoco se conocen muchos detalles de la mujer de Poncio Pilato, donde nació o donde murió, se habla de que pudo nacer en la ciudad francesa de León, también que pudo ser nieta de Cesar Augusto o descendiente de Tiberio, ya que su abuela Julia se había casado en terceras nupcias con Tiberio.
Pero si poco se sabe de cómo, donde y cuando murió Poncio Pilato, menos aún se sabe de su lugar de nacimiento, esto también es un misterio para los historiadores. Al igual que se halló una lapida en el pueblo malagueño de Cártama y por ello se tuvo la sospecha de que podía ser el lugar de nacimiento de Claudia, con Poncio también pasó algo similar, pues por las mismas fechas en Jerusalén fue hallada otra lapida donde se mencionaba en una inscripción el origen de Pilato. Entonces se habló de que había nacido en España, que era hijo de un general romano que combatió en la guerra cántabro-asturiana y que el pueblo de nacimiento podría ser Astorga en la provincia de León, donde el general vivió más de 10 años. Pero igual que pasó en Cártama, la cosa se quedó en solo sospechas que no demostraban nada, faltando letras a la lapida y careciendo de datos ciertos que confirmaran alguna pista.
Más reciente es lo publicado por un historiador y periodista italiano, que cita a la ciudad española de Hispalis, la Sevilla de hoy, como lugar de nacimiento de Poncio, apuntando que era hijo del centurión romano Marco Portius y de una nativa sevillana, los cuales enviaron a Poncio a estudiar a Atenas, desde donde fue ascendiendo hasta recibir el título de “amigo del emperador” cosa que parece que le llegó tras casarse con Claudia que estaba emparentada con Tiberio, pero tampoco hay datos fiables de que esto fuese así. También en otras publicaciones se sigue citando el origen español de Poncio Pilato, siendo la ciudad de Tarraco, en la actual Tarragona, el lugar de nacimiento, e hijo del que por aquellos años desempeñaba el cargo de Pretor, gobernador y magistrado de aquella ciudad que fue capital de la provincia romana de Hispania. Incluso se dice que años después, ocupando Poncio en el puesto de su padre, partió de esta misma ciudad llevándose consigo parte de su ejército y guardia personal para hacerse cargo del territorio de Judea administrado por los romanos, una vez que fue nombrado para desempeñar el mismo puesto allí. Pero tampoco parece que hay base científica ni documentación alguna que avale con rigor lo que se afirma, por lo que todas estas historias parecen más leyendas o simples fábulas.
Y para fábula o falso relato lo que escribió fray Antonio Cabrera en su libro Glorias de el Señor D. Felipe Quinto, editado el 18 de febrero de 1702, en el que en el capítulo I, parte II y en su página 38, relatando los hechos de la pasión de Cristo, afirmaba que “…Pilatos, presidente de Judea, siendo gentil y español de la ciudad de Lorca, y de la ascendiente casa de los Ponce de León…”
Menudo despiste tuvo que tener aquí el padre franciscano, seguramente confundió a la familia de los Poncio, nobles originarios del sur de Italia de los que se ha hablado también como ascendientes de Pilato, con el linaje de los Ponce de León, un apellido descendiente de los Poncio o Ponce de Minerva, que tras la reconquista se extendido en nuestra población al entroncarse con otras nobles familias lorquinas, siendo grandes políticos y militares y los que construyeron en 1630 la casa señorial que hace esquina con la Corredera y la glorieta de San Vicente (la de la columna miliaria), así como los que dan nombre a una calle en el barrio de San Cristóbal.
Tampoco el fraile supo situarse en el tiempo, pues se adelantó nada menos que 12 siglos, ya que los Ponce de León llegaron a la ciudad tras la conquista de Lorca en 1244 y no antes, siendo D. Pedro Ponce de León, quinto nieto del conde Ponce de Minerva, a quien le encomendó el príncipe Alfonso (luego rey Alfonso X El Sabio) la guardia y custodia del castillo y plaza de Lorca, una vez tomado este por los cristianos. Por lo que 1200 años antes, difícilmente pudo estar esta familia en Lorca, y si es la descendiente de Poncio Pilato como afirmaba fray Antonio Cabrera en su libro, pues habrá también que ver las evidencias históricas que lo justifiquen, porque de leyendas, creencias o figuraciones no se debe hacer historia. Claro que también puede, que puestos a no saber en qué tiempo vivía, se dejase caer por aquí un viernes santo y confundiese Lorca con Jerusalén, y por eso su desconcierto en cuanto al sitio y al tiempo.
Pero bromas aparte, lo cierto es que Lorca ha sido cuna y lugar de nacimiento de personajes importantes a lo largo de la historia, destacados sabios, médicos, militares, músicos, políticos, escritores, pintores, cantantes, banqueros e incluso mártires, nos han enorgullecido a los lorquinos por ser hijos de nuestra tierra, pero si entre tanta celebridad hubiésemos tenido a alguien tan impopular como Poncio Pilato, pues nos hubiéramos tenido que aguantar, igual que el que tiene un hijo que ha tomado un mal camino. Pero que tampoco nos digan que el hijo es nuestro, cuando no hay indicios ni pistas que avalen tal parentesco.
Claro que, si Pilato no hubiese condenado a Jesús, ni estos días gritaríamos vivas a uno u otro paso, ni tendríamos imágenes ante quien postrarnos o aplaudir, tampoco los personajes bíblicos, ni las grandiosas carrozas, ni los esplendidos bordados… Gracias a aquellos hechos, aunque no deseados, tenemos nuestra singular Semana Santa, que por cierto, no incorpora la figura de Pilato en sus tronos como llamamos aquí a los pasos, (si un figurante a pie el paso azul) cuando curiosamente si la incorporan las procesiones de Astorga, Sevilla o Tarragona, las tres poblaciones que junto a Lorca, se les atribuye el lugar de nacimiento de Poncio.
A Poncio Pilato se le tiene poca simpatía, y será una figura recordada por los siglos de los siglos, pero quizá no era tan malvado y sangriento como lo pintan los evangelios, algunos pensamos que solo cumplió con su deber, qué incluso quiso salvar a Jesús, pero que por no enfrentarse al pueblo y a los sacerdotes dejó la decisión en manos de ellos, que prefirieron liberar por pascua a un bandolero y asesino en vez de a Jesús de Nazaret. Si Pilato era la máxima autoridad, con cargo de gobernador, de quien dependía la justicia y el mando militar, sería por sus meritos y porque estaba preparado para ello, su papel era mantener la paz en el territorio de Judea, no profesaba religión alguna, para él todas eran validas y las respetaba, varias veces dijo “no hallo delito en él” pero al final, si el pueblo quiso la crucifixión de Cristo, no pudo hacer otra cosa que lavarse las manos. Hay que ponerse en su lugar, si el pueblo se subleva, igual el crucificado hubiese sido él, ejecutándolo el mismo emperador que allí lo tenía para mantener el orden, y entre la vida de él y la de un judío que no conocía, pues evidentemente eligió la suya.
Cuentan que tras la muerte de Jesucristo, Claudia la mujer de Poncio, que parece que ya seguía a Jesús en sus predicaciones, se convirtió al cristianismo, igual que lo hizo Poncio más tarde. Y aunque sorprenda a más de uno, lo cierto es que los dos han sido elevados como santos a los altares, la Iglesia Ortodoxa Griega celebra el 27 de octubre la festividad de ella y la Iglesia Ortodoxa Etíope celebra la de ambos el 25 de junio, y es que como en todo, cada cual habla de la feria según le va.