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RECORDEMOS DESDE NUESTRAS CASAS LA ESPLÉNDIDA COLEGIATA DE SAN PATRICIO EN LORCA

El 2 de octubre de 1533 fue nombrada Colegiata la antigua iglesia medieval de San Jorge y no sería hasta unos años después, posiblemente 1537, cuando se comenzara a levantar la nueva construcción.

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RECORDEMOS DESDE NUESTRAS CASAS LA ESPLÉNDIDA COLEGIATA DE SAN PATRICIO EN LORCA.
La Colegiata de San Patricio tiene una dilatada historia que se remonta al primer tercio del siglo XVI, cuando el deán Sebastián Clavijo, intercedió en Roma ante el Pontífice Clemente VII para conseguir la bula para su construcción. El 2 de octubre de 1533 fue nombrada Colegiata la antigua iglesia medieval de San Jorge y no sería hasta unos años después, posiblemente 1537, cuando se comenzara a levantar la nueva construcción, lo que significó que durante muchos años convivieran el pequeño edificio de la antigua iglesia de San Jorge y el nuevo templo en construcción.

El nombre de San Patricio se debe a que los lorquinos, por voto de ciudad, decidieron levantar un templo a San Patricio, cuya fecha de celebración coincide con la de la batalla de los Alporchones, que ocurrió el 17 de marzo de 1452. Este hecho de armas fue decisivo para el Reino de Murcia y por extensión para la Corona de Castilla, ya que fue derrotado el ejercitó nazarí por las tropas cristianas en el llano de los Alporchones, situado cerca de Lorca junto al antiguo Camino Real de Vera.

Durante su época de mayor esplendor que fue el siglo XVIII, la Colegiata llegó a tener 17 canónigos, 18 capellanías, un maestro de ceremonias, un maestro de capilla, sochantes (directores del coro) y músicos ministriles, un organista, infantes de coro, un sacristán mayor y ayudantes, pertigueros, etc. y hasta un perrero llamado caniculario.

El espacioso interior tiene una gran unidad estilística y formal, con amplias naves, altas columnas y una característica impronta renacentista en la capilla mayor, la girola y la sacristía construidas bajo las directrices de Jerónimo Quijano. Posteriormente se levantó el coro y el trascoro siguiendo el gusto del barroco de principios del siglo XVIII.

La Colegiata de San Patricio es el edificio de mayor importancia artística, histórica y simbólica de toda la ciudad. Tiene una posición dominante en la plaza de España, siendo muy original su orientación con una monumental fachada mirando a occidente y encajada entre estrechas calles.

Las circunstancias actuales no permiten celebrar la festividad de San Patricio mirando su monumental fachada principal, pero recordemos sus hermosas puertas en forma de arco de triunfo con columnas pareadas y hornacinas, así como todos los elementos decorativos: esculturas, relieves, dos grandes volutas en los dos cuerpos superiores para hacer el tránsito de un cuerpo a otro y los dos grandes nichos dispuestos en la calle central, donde se muestran las esculturas de San Patricio y la Virgen del Alcázar, antigua patrona de la ciudad.

Cuando podamos volver a mirar la fachada principal, no dejemos de detenernos en las encantadoras figuras de los ángeles que decoran los arcos sobre las tres grandes puertas, así como la hermosa balaustrada renacentista sobre la cabecera y la poligonal torre cuyo cuerpo de campanas fue acabado en 1780, fecha que puede entenderse como la finalización de este importante y bello edificio lorquino.