La Tova es una pedanía de la ciudad española de Lorca, en la Región de Murcia. Se sitúa a 20 km al noroeste de la capital municipal. La pedanía cuenta con 540 habitantes, de las cuales la inmensa mayoría habita en el núcleo de población de La Parroquia de la Fuensanta.
Es una población con una economía eminentemente agrícola. Cuenta, asimismo, con algunos servicios , como un centro social y un centro médico.
Datos de Interés:
Nº de habitantes: 540
Km2: 43.762
Parajes y lugares:
Agua Amarga
Churtal-Casa Panes
La Pinosa-Coto de Pinares
Los Chicales
La Fuensanta
Los Gálvez
Los Juanetes
Luchena
Merced
Pantano de Puentes
Palas
Su núcleo urbano más importante es La Parroquia de la Fuensanta, que aglutina el 90% del total de población de la diputación, estimada en torno al medio centenar de habitantes.
Los primeros pobladores datan de época argárica, a los que siguieron íberos, romanos, con sus villae en torno a la Vía Augusta y musulmanes, que construyeron a la orilla de esta importante vía de comunicación la Mezquita del Centeno y el Castillo de Puentes, para defender la frontera frente al reino cristiano.
Desde el siglo XVII se ha intentado controlar la hidrología de la zona mediante la construcción de presas, datando la última del año 2000.
La naturaleza se caracteriza por los contrastes paisajísticos entre pinares de repoblación, tarays colonizando las cuencas de los cursos de agua y espacios con formaciones de monte bajo surcados por senderos.
En la actualidad la actividad económica es fundamentalmente agrícola, concentrándose en los alrededores de La Parroquia de la Fuensanta, en donde además se encuentra el Centro Social, el Centro Médico y la Parroquia de la Asunción, que fue posiblemente el origen del núcleo urbano que hoy conocemos.
HISTORIA
La Historia de estas tierras se remonta a la época argárica, como atestiguan los yacimientos que se han documentado. El paso de la Via Augusta bordeando el cauce del río Corneros confirma la importancia de la zona en época romana, ya que en los márgenes de la Vía, además de un miliario, se han encontrado varias villae romanas.
Aprovechando la fertilidad de las tierras circundantes, durante el reino nazarí los musulmanes crearon una alquería, a la que estaba asociada la Mezquita del Centeno.
De este pasado fronterizo datan los restos del Castillo de Puentes. La alternancia entre períodos de sequía y grandes inundaciones trató de solventarse ya en el siglo XVII, mediante la construcción de la primera presa de Puentes que, aunque llegó a concluirse, fue el origen de una serie de intentos de trasvase para traer agua al Guadalentín. Estos esfuerzos culminaron en el año 2000 con la construcción de la cuarta presa de Puentes.
Hoy en día la mayor parte de los pobladores de la Diputación se concentran en el núcleo de La Parroquia de la Fuensanta, que ve aumentar sus contingentes demográficos a tenor de la proximidad a la capital lorquina y el carácter rural de la zona.
Testimonios prehistóricos en La Tova
En la Diputación de La Tova se produce la confluencia de varios ríos, por un lado el Vélez o Corneros y, por otro, el Luchena, al que a su vez se une el río Turilla, dando origen al río Guadalentín. Los ríos han sido utilizados desde la Prehistoria como vía de comunicación, y en sus márgenes se asentaron los primeros pobladores de esta Diputación, aprovechando las fértiles tierras que los rodean.
Del período Eneolítico (3000 a.C.) datan algunos de los yacimientos arqueológicos en la zona, como el poblado de Agua Amarga, el poblado de La Gasolinera, La Greda y La Fuensanta. Este último se localiza en el paraje del Balnerio de la Fuensanta, en la margen derecha del río Corneros, y en él se han encontrado restos de una cista junto con otros vestigios cerámicos.
El paso de la Vía Augusta por la Diputación
A partir de la época romana cuando se produce un mayor desarrollo de la zona, debido a que la vía Augusta, que unía Carthago Nova con Ad Morum, trazaba parte de su recorrido por el valle del río Corneros, como atestigua el miliario de Diocleciano y Galerio encontrado en el paraje de Los Pimentoneros, que data del siglo IV.
En el lugar donde fue hallado ha sido colocada una réplica del mismo, conservándose el original en el Museo Arqueológico de Lorca. Establecidas en torno a esta importante vía de comunicación se han localizado algunas villae como las de la Fuensanta, Casa de la Venta I y II y el Cortijo del Centeno. Situadas cercanas al cauce de los ríos, se dedicaban a la agricultura y a la ganadería. Posiblemente de época romana sea el topónimo Puentes, aludiendo a los puentes que permitían cruzar el río Guadalentín y proseguir por la Vía Augusta.
EDADES MEDIA Y MODERNA
El Castillo y la alquería de Puentes
Durante la época islámica, con la pretensión de controlar las vías de paso y de defenderse en caso de posibles ataques, se levanta el Castillo de Puentes, posiblemente entre los siglos XII y XIII. Está ubicado en un lugar estratégico, sobre un pequeño cerro en la confluencia de los ríos Vélez y Luchena, que permite establecer contacto visual con el Castillo de Lorca y con el de Tirieza.
La fortaleza alcanzaba una altura de 500 metros, y conserva restos de las murallas y de los tres torreones que configuraban el recinto defensivo, así como dos aljibes que suministraban el agua necesaria a los habitantes de dicha fortaleza. En torno al Castillo se han hallado restos de un asentamiento islámico y una necrópolis, y las tierras circundantes, hoy anegadas por el Pantano de Puentes, posiblemente serían unos prósperos huertos que abastecerían a la población, agrupada en esta alquería, cuyos restos materiales la sitúan entre los siglos X y XI.
La Alquería, ubicada en el actual paraje del Cortijo del Centeno, se aseguraba el abastecimiento de agua mediante un nacimiento cercano al río Corneros, ocupando además un lugar estratégico, puesto que se encontraba en el único paso que permitía atravesar el río Guadalentín en kilómetros. Cuando se construye el Castillo, la Alquería de Puentes asciende al rango de hisn, es decir, núcleo de población fortificado con rango intermedio entre alquería (aldea) y madina (ciudad), pasando así a ser el principal núcleo de población de la vega del Guadalentín.
La Mezquita del Centeno
Adscrita a esta alquería se construyó una mezquita a finales del siglo XII. Su ubicación junto a una vía de paso permitía a los viajeros dedicarse a la oración, a la vez que podían hacer una parada para asearse, hospedarse y poner a punto las caballerías. Su planta rectangular está dividida en un espacio para el culto, compartimentado en tres naves, el muro de la quibla con el mihrab y el mimbar, espacio reservado para las mujeres en la parte posterior y base del minarete con arranque de la escalera de acceso.
El edificio fue abandonado en época tardoalmohade, y a esto se debe su conservación sin modificaciones, algo muy poco frecuente, convirtiéndose así en un edificio único en la Región de Murcia, y en un ejemplo representativo de la arquitectura rural de la época. La primera referencia escrita en donde se menciona el Castillo de Puentes data de 1257, durante el repartimiento de Lorca, cuando Alfonso X concede este Castillo y el de Felí al Concejo de Lorca para impedir el avance nazarí.
A partir de este momento se intenta una repoblación cristiana en la zona, no obteniéndose los resultados esperados debido a la inseguridad de esta tierra fronteriza. Tras el asentamiento de los cristianos el área quedó poco a poco despoblada, y en una referencia escrita de 1275 ya no se habla de ‘castiellos y villas’ sino de ‘castiellos et logares’, lo que hace suponer el bajo índice poblacional. Desde el siglo XIV no se encuentran referencias a este lugar, que ha permanecido despoblado, a excepción de algunos cortijos aislados.
La primera presa de Puentes
En el siglo XVII, olvidada ya la frontera con el reino nazarí, las preocupaciones se centraron en cómo controlar las avenidas del río Guadalentín, y en cómo ingeniar una infraestructura que permitiera el abastecimiento de agua durante la época de sequía. En 1611, tras sufrir los lorquinos una sequía de siete años, el Concejo de Lorca decide enviar emisarios a los pantanos de Almansa (Albacete) y de Tibi (Alicante) para informar sobre la viabilidad de la construcción de un pantano en Lorca. De esta forma, tras varios estudios y bajo el reinado de Felipe IV se inician las obras de construcción de la primera presa de Puentes, pero una riada arrasó la cimentación, quedando postergado el proyecto.
Los intentos por traer el agua a Lorca mediante trasvases siguen sin dar resultado, y en 1712 tras otro período de sequía, el cardenal Belluga pide licencia a la ciudad de Lorca para la construcción de una presa, utilizando las aguas represadas para fundar Obras Pías. El acuerdo no llega a producirse y en su lugar el cardenal construye la presa de Lébor en Totana. En las décadas siguientes existen varios intentos frustrados por trasvasar agua desde los ríos Castril y Guardal.
LA EDAD CONTEMPORÁNEA
La segunda, tercera y cuarta presa de Puentes
En el siglo XVIII da comienzo un ambicioso proyecto, que contempla una presa y una serie de canales navegables, pero en 1785 el Rey Carlos III reduce el proyecto a la construcción de las presas de Puentes y de Valdeinfierno, aprovechando, así, al máximo las posibilidades de un mismo río.
La obra del la 2º presa de Puentes finalizó en 1791 y se sostuvo hasta 1802, cuando las copiosas lluvias la sobrepasaron. La tercera presa de puentes comenzó a construirse en 1881, y su emplazamiento varió con respecto a las anteriores. En 1973 sufrió una gran avenida de agua que no pudo contener, produciéndose graves inundaciones en la comarca del Bajo Guadalentín. Los restos de esta presa aún pueden observarse justo delante de la 4º y última presa de puentes. La presa actual fue inaugurada en el año 2000 y supera ampliamente la capacidad de las anteriores.
En el siglo XVIII se construye el edificio de los Baños de la Fuensanta, para aprovechar las aguas minero-medicinales que brotan de la Sierra del Gigante. En estos baños se han hallado vestigios, que revelan que fueron usados en época romana, aunque también los musulmanes gozaron de sus beneficiosas aguas y a ellos se debe el nombre con que son conocidos actualmente, Baños de la Sultana. Sus aguas clorurado sódicas sulfurosas emergen a 23 grados de temperatura de dos manantiales. Estos baños funcionaron hasta 1991.
Los caseríos de La Tova
A lo largo de los siglos los pobladores de estos lugares han basado su economía en la agricultura y ganadería, así como la recogida de esparto y su manufactura. Sus habitantes se agruparon en pequeños caseríos como Las Palas, Los Juanetes, El Colmenar o Las Casas del Cejo, concentrándose el grueso de la población en La Parroquia de la Fuensanta. El origen de este núcleo fue precisamente la Parroquia de la Asunción, que se construyó para ofrecer servicio religioso a los cortijos dispersos, y en torno a la cual se acomodaron algunos vecinos. En la actualidad la actividad agrícola es el principal sustento de los vecinos de la zona.
SUS CENTROS CULTURALES
En la diputación de La Tova el grueso de la población reside en la Parroquia de la Fuensanta, que cuenta con un Centro de la Tercera Edad, una Asociación de Mujeres y una Asociación Juvenil.
El Centro de la Tercera Edad posee una cantina y una pequeña biblioteca, por lo que los vecinos de más edad se reúnen en este espacio para leer el periódico, jugar a las cartas o al dominó y celebrar reuniones sobre temas de interés de la diputación; sin olvidar algunas fiestas que organizan a lo largo del año.
Por otro lado, regularmente se imparten cursos de interés para este colectivo, como por ejemplo el denominado «Cómo ejercitar la memoria».
La Asociación de Mujeres y el Centro Juvenil comparten edificio, aunque están físicamente separados. En el primero se realizan cursos de pintura, alfabetización digital o gimnasia. Se suelen organizar excursiones y fiestas, como la fiesta andaluza. También se ofrecen charlas informativas y se realizan exposiciones de las manualidades realizadas en el centro.
El bibliobús acude semanalmente a las puertas de la y, durante el verano, para los más pequeños, se realizan actividades dentro del marco de la “Escuela de verano”.
En Las Palas, un paraje emplazado en La Tova, existe también un local para la Asociación de Vecinos que, aunque no realiza actividades asiduamente, sí que es utilizado para reuniones vecinales y para la celebración de fiestas y comidas comunales.
Naturaleza de La Tova
El rasgo más marcado del paisaje de la diputación de La Tova es el contraste entre las zonas de llano colonizadas por los cultivos, la manchas de monte bajo donde abunda el matorral, las extensiones de tarays flanqueando las riberas de los ríos y las extensiones de pino carrasco fruto de la repoblación forestal.
Las especies arbustivas más comunes en la zona son los matorrales claros de lavanda, tomillo, romero, esparto, albaldín y retamas.
En las riberas predomina el tarajal con juncos y las adelfas; sin olvidar los abundantes tarays que cubren completamente las cuencas de los ríos en el tramo de su desembocadura en el Pantano de Puentes.
En cuanto a la vegetación arbórea, predomina el pinus alepensis o pino carrasco, acompañado de matorrales. En las zonas de cultivo de secano vemos almendros, algunos olivos y chumberas.
La hidrología de la diputación es muy singular, ya que en este paraje confluyen el río Vélez o Corneros y el río Luchena, ambos desembocan en el embalse de Puentes, desde donde nace el Guadalentín. El topónimo de este curso fluvial tiene origen árabe y significa río de barro. Debido a la climatología y a la escasa vegetación, las grandes avenidas de este río (que generalmente está seco), dieron lugar a devastadoras inundaciones, por lo que la idea de controlar su cauce surgió desde muy antiguo.
La fauna de la zona es la habitual en el bosque mediterráneo: perdices, zorros, águilas perdiceras, libres, conejos, jabalíes, etc. Y en la zona del pantano es frecuente encontrar el cangrejo rojo o americano, así como truchas.
PERSONAJES DE RELEVANCIA
Diego Hernández González
El padre Diego Hernández González nació en Javalí Nuevo (Murcia, España) el 25 de diciembre de 1914, en el seno de una familia humilde.
Pensé ser sacerdote desde que tengo uso de razón, afirmó en una ocasión el padre Diego, no en vano a la temprana edad de diez años ingresaba en el Seminario diocesano San Fulgencio de Murcia.
Entre sus aficiones se encontraban el teatro religioso y la pintura, para la que disponía excelentes dotes, que aprovechó haciendo gráficos, esquemas y dibujos catequéticos.
Con la llegada de la Guerra Civil en 1936, al encontrar la iglesia parroquial de su pueblo en llamas, entró con el objetivo de salvar el copón y, según cuentan sus paisanos, tanto lo presionó contra su pecho que se le quemó la camisa y la piel.
Durante la contienda estuvo varios años preso, hasta que en 1939 retomó sus estudios sacerdotales.
Fue ordenado presbítero en Barcelona el 9 de junio de 1940; sus primeros oficios pastorales lo llevaron hasta Lorca, en donde fue nombrado Capellán de Coro de la Parroquia San Patricio y después coadjutor de la Parroquia de San Mateo.
El día 2 de enero de 1942 se hizo cargo de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, sita en La Parroquia de la Fuensanta, además del Pradico, Los Morotes y Tirieza.
Los habitantes de esta zona lo tuvieron en gran estima y, como revelan algunos testimonios allí en la Parroquia no se quedaba nadie sin comer a sabiendas de D. Diego. Como todos, cultivaba su parcela de terreno compaginándolo con los oficios religiosos.
Llegó a Villena el 4 de marzo de 1949 para asumir el oficio de pastor, siendo nombrado Consiliario de la Acción Católica del centro interparroquial de Villena el día 13 de junio de 1949.
En 1954 fue nombrado Director espiritual del Seminario diocesano de Orihuela (Alicante). Tengo la esperanza que, si soy el que debo, mi granito se convertirá en una espiga de santos sacerdotes, que tanta falta está haciendo en todos los pueblos.
Compaginó esta labor con múltiples tandas de Ejercicios Espirituales, cursillos sacerdotales y retiros espirituales, Director de Catequesis, responsable de consiliarios de jóvenes de Acción Católica, primer Director de la Casa sacerdotal, formador de religiosas, Director diocesano y Consejero nacional de la Unión Apostólica.
Durante sus últimos meses, en un barrio de Alicante, realizó su sueño de configurar en los seminaristas el estilo evangélico de Nazaret.
Falleció el 26 de enero de 1976 con fama de santidad y su causa de canonización fue introducida el 25 de enero de 2002. Apoyada en los testimonios de los que lo conocieron durante su vida, así como algunas curaciones supuestamente inexplicables.
FIESTAS PATRONALES
Fiestas Patronales de La Parroquia de la Fuensanta.
Las Fiestas Patronales de La Parroquia de la Fuensanta se realizan en honor a la Virgen de la Asunción del 10 al 15 de Agosto.
Los vecinos se reúnen en estos días para participar en las actividades y juegos que ofrece el programa festero, como el concurso de chinitos, la batalla de globos y pistolas de agua, la brisca, la fiesta de disfraces o las actividades deportivas.
También se instala una feria del medio día, con chiringuitos y música, en donde además del típico rebujito se reparte arroz y pavo para los asistentes.
Las actuaciones musicales están muy presentes en estos días, siendo las favoritas las protagonizadas por grupos flamencos.
Poco después del alba los parroquianos parten en romería hacia el Santo situado en la montaña, que curiosamente está ya dentro de la diputación de Jarales, y una vez en la cima se ofrece un almuerzo a los participantes. Finalmente, para honrar a la patrona se realiza una ofrenda floral, seguida de un castillo de fuegos artificiales.
Romería al Pantano de Puentes
A principios de Junio se organiza una romería tradicional que, partiendo desde Lorca, recorre el cauce el río Guadalentín hasta el Pantano de Puentes.
Estas fiestas, en honor a San Antonio, atraen a un buen número de romeros, que aderezan sus caballerías y carruajes para recorrer los 12 Km que separan Lorca del mencionado pantano.
El camino se ameniza con música tradicional como parrandas, malagueñas e incluso sevillanas. Sin olvidar el avituallamiento compuesto por embutidos y vinos de la tierra.
Una vez en el pantano, tiene lugar una misa de campaña y los participantes se acomodan en las pinadas de los alrededores en donde no faltan las paellas, el conejo al ajillo y las carnes a la brasa.
Gastronomía de La Tova
La gastronomía de La Tova se caracteriza por aprovechar al máximo lo que «da la tierra» en cada época del año. La carne de caza y de corral, así como los frutos de temporada son los ingredientes principales de platos tan sencillos y sabrosos como tradicionales.
Costumbres muy arraigadas en el campo de Lorca como la matanza del cerdo, aún se realizan en esta diputación al modo más tradicional, puesto que en muchos cortijos todavía se conservan aperos de uso ancestral como la mesa de matanza, la caldera para cocer la cebolla y los embutidos, el serón para salar los jamones, etc.
La carne de pollo, pavo, gallina y conejo, criados en corrales particulares, son ingredientes primordiales de platos como el conejo al ajillo, el arroz y pava, los caldos de pollo y los guisos. A esto se puede añadir el consumo eventual de carnes de caza como la liebre con gurullos o el jabalí al horno.
Las migas con tropezones también son uno de los platos más típicos de la zona, se suelen realizar en los días de lluvia y se acompañan con vino, aceitunas verdes caseras, sardinas, ajos tiernos o incluso con granada; dependiendo de cada familia.
Los chumbos, tanto en temporada de verano como los llamados de retallo, que crecen en el invierno, son un tentempié apetitoso, al igual que las almendras acompañadas de higos secos.
En cuanto a repostería, encontramos platos como los rollos fritos, elaborados con ingredientes básicos y cuya receta se remonta siglos atrás, al igual que sucede con la torta de azúcar con chicharrones.
Los dulces navideños, son similares a los del resto del municipio lorquino, en la bandeja de navidad encontramos alfajores, bilbaos, polvorones, cordiales, mantecados, etc. Junto con las copas de anís, que no pueden faltar por si durante la madrugada llega inesperadamente alguna cuadrilla de pascuas.
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