Investigan al dueño de un campo de golf en Lorca por robar agua de manantiales desde 2007.
La Guardia Civil, en colaboración con agentes medioambientales de la Confederación Hidrográfica del Segura, ha llevado a cabo en la Región de Murcia la operación ‘Rough’, en la que se ha investigado a un empresario por presunta usurpación de aguas subterráneas y delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Esto se debe a la extracción ilegal de agua de pozos y manantiales para el riego de un campo de golf de 18 hoyos, ubicado en los alrededores de la sierra de la Almenara. El agua extraída se utilizó para mantener el campo de golf, regando una superficie cuatro veces mayor de la permitida.
Según fuentes policiales, la investigación se centra en el Lorca Golf Resort, ubicado en el Paraje Villarreal, en la salida 17 de la Autovía RM 11, 30813 Purias, Murcia, y perteneciente al grupo Alze.
Se han localizado unos quince pozos ilegales y cinco manantiales que quedaron desabastecidos. Los agentes confirmaron que la empresa del empresario investigado había sustraído aguas subterráneas, dejando un acuífero sobreexplotado y en riesgo tanto cuantitativo como cualitativo.
Gracias a la colaboración ciudadana, el Seprona fue alertado sobre la posible sustracción desmedida y no autorizada de agua en un campo de golf de un resort en la Región de Murcia.
Los primeros indicios apuntaban a la existencia de numerosos pozos camuflados y escondidos dentro del resort, que se habrían construido durante la noche con el objetivo de extraer agua de manera ilegal.
La Guardia Civil, mediante vigilancia aérea, comprobó la magnitud del campo de golf y su ubicación en una zona de secano sobre un acuífero en riesgo. Se constató que el campo abarcaba una superficie verde de 21,97 hectáreas, muy superior a las 5,3 hectáreas autorizadas.
Manantiales desabastecidos
La Guardia Civil y la Confederación Hidrográfica del Segura organizaron un operativo de inspección conjunta que permitió detectar una quincena de pozos no autorizados y cinco manantiales desabastecidos en diversas parcelas del complejo, todos utilizados para la extracción ilegal de aguas subterráneas.
Con la evidencia recabada, la Guardia Civil procedió a investigar al gerente del resort, instruyendo diligencias como presunto autor de delitos de usurpación de aguas subterráneas y contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Más de 2 millones de metros cúbicos extraídos
Durante las inspecciones, se descubrió que el volumen anual de agua extraída del acuífero superaba los dos millones de metros cúbicos. Un informe pericial estimó que esta actividad ilícita, llevada a cabo durante aproximadamente 17 años, ha causado daños medioambientales valorados en 65 millones de euros, considerando tanto el coste de restauración como la pérdida de los servicios ecosistémicos, agravado por la extracción en un acuífero ya sobreexplotado.
Es legítimo cuestionarse qué han hecho durante todo este tiempo tanto la CARM como la CHS para permitir que una actividad ilegal de tal magnitud se prolongue durante tantos años.
Los problemas derivados de la extracción no autorizada e incontrolada de agua subterránea para el riego de campos de golf están principalmente vinculados al riesgo de alterar el estado cuantitativo y cualitativo de las masas de agua subterránea, lo que puede tener efectos adversos significativos en el equilibrio de los ecosistemas dependientes.
Grave impacto en las tortugas
La construcción del complejo turístico “Lorca Golf Resort”, realizada por la empresa catalana Bluelor S.A., en el paraje de Villarreal, causó un daño severo a las poblaciones silvestres de tortuga mora en la zona, según denunció Ecologistas en Acción. Durante la época del boom inmobiliario, no se tuvo en cuenta el impacto ambiental, y se realizaron batidas para despejar la zona de tortugas.
Tras la concesión de la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Lorca, las máquinas destruyeron irreversiblemente 46 hectáreas del hábitat de la tortuga mora. A pesar de las batidas previas para trasladar los ejemplares, muchos murieron aplastados por la maquinaria, según la organización ecologista.
Ecologistas en Acción estimó que más de 1.000 tortugas fueron afectadas por la primera fase de las obras, dado que la densidad de individuos en la zona era de 20 a 25 por hectárea, una de las más altas en su área de distribución natural en Europa Occidental.
Aunque presentaron alegaciones, la Dirección General de Calidad Ambiental de la Consejería de Industria y Medio Ambiente de la Región de Murcia emitió en 2005 una Declaración de Impacto Ambiental favorable, bajo la gestión de Francisco Marqués, quien también fue implicado en el intento de urbanización de la Zerrichera, un proyecto que finalmente no se llevó a cabo debido a su impacto ambiental.
La Zerrichera, una finca protegida en la Sierra de la Almenara, a solo 6 kilómetros del campo de golf de Lorca, fue objeto de una polémica recalificación impulsada por el empresario Trinitario Casanova, en nombre del Grupo Hispania, para construir viviendas, un hotel de lujo y un campo de golf. Este proyecto fue detenido, y la Audiencia Provincial de Murcia impuso penas de prisión e inhabilitación a varios responsables involucrados.
Riego con aguas residuales tratadas
La Declaración de Impacto Ambiental del campo de golf de Lorca, ahora bajo investigación por la Guardia Civil, estipulaba que el riego debía realizarse con aguas residuales tratadas por una estación depuradora que debía ser construida por el promotor del resort. Según el Estudio de Impacto Ambiental, el sistema de depuración estaba proyectado en dos fases para tratar las aguas residuales y utilizarlas en los lagos del campo de golf, que servirían como reservorios para el riego.
Además, se estableció un programa de vigilancia ambiental que, a la luz de la investigación, parece no haberse implementado o haber sido ejecutado de manera deficiente.
La primera piedra del campo de golf de Lorca se colocó en 2008, y su inauguración tuvo lugar en noviembre de 2011, con optimistas referencias en la prensa regional sobre el desarrollo en la zona.