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PELIGRO NO TOCAR – Encontradas en playas de Aguilas varias Carabelas Portuguesas venenosas.

Varios ejemplares han sido avistados este fin de semana en las playas de Cope en Aguilas. Su picadura es muy dolorosa, causa vómitos, fiebre, parálisis momentánea, náuseas, puede dejar secuelas y cicatrices y tener consecuencias tóxicas. Sus tentáculos están provistos de ventosas urticantes capaces de paralizar a peces y también a seres humanos.

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Carabela Portuguesa en Playa de Cope Aguilas - Foto Gloria Martín

PELIGRO NO TOCAR – Encontradas en playas de Aguilas varias Carabelas Portuguesas venenosas.

Las costas de toda la Región están recibiendo la desagradable visita de las falsas medusas venenosas, denominadas carabelas portuguesas, cuyas picaduras son muy dolorosas y pueden llegar a ser mortales. Numerosos ejemplares han llegado a las playas murcianas, tras ser arrastradas por la corriente desde la zona de Cádiz y Huelva, donde suelen tener sus zonas de cría.

Carabela Portuguesa en Playa de Cope Aguilas – Foto Gloria Martín

Un grupo de pescadores encontraron en los últimos días varios ejemplares en diferentes puntos de las playas de Águilas, e incluso Cruz Roja Española de la localidad avisó ayer en su Twitter de que se habían avistado varios ejemplares cerca de la costa y avisó a los posibles bañistas de que extremen las precauciones.

El investigador del Instituto Español de Oceanografía, Ignacio Franco, apunta a que suele ser por este mes de abril y por mayo cuando nos visita esta peligrosa especie de hidrozoo, de apariencia similar a las medusas pero más peligrosa y letal por su alto poder urticante, ya que, como él mismo señala, su picadura puede producir «taquicardias, vómitos, mareos, arritmias o bajadas de tensión, por lo que provoca mucha alarma social, pero dentro de lo peligrosa que es, no es mortal». Franco subraya, además, que el 50% de los casos de picaduras de estas Carabelas portuguesas acaban en hospitalización del paciente.

Otro ejemplar encontrado en la Playa de Cope. Foto Gloria Martín

«Por picadura de carabela portuguesa sólo se han registrado cuatro muertes en todo el mundo en los últimos 110 años, y al año pica a 50.000 personas. Seguro que hay menos gente que sobrevive a una picadura de abeja», explica el investigador.

«La suerte que tenemos en España es que por nuestras costas suelen pasar a lo largo de los meses de febrero, marzo o abril, y en mayo se ven muy pocas, por lo que no se suelen ver en la temporada alta de baño», señala el investigador del IEO, «no llegan a bordear el cabo de Palos, continúan su camino hacia el este, y no hacia el norte». Las Carabelas portuguesas están acostumbradas a aguas oceánicas y frías, por lo que no se sienten muy cómodas en nuestras costas y siguen un camino recto hasta playas de Italia y Sicilia. «Si va a haber alguna más será este mes, y quizá en mayo, pero nada más».

Aunque esta especie pelágica tiene su hábitat en las aguas cálidas de todos los océanos del mundo, es más habitual verla en el Atlántico. Tienen color fosforescente, sus tentáculos pueden medir hasta 30 metros y tienen 10 veces más veneno que un ejemplar normal.