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HAY QUE “ADIESTRAR” A LOS DUEÑOS – de Antonio de Cayetano

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HAY QUE “ADIESTRAR” A LOS DUEÑOS – de Antonio de Cayetano.

Si hace unos días comentaba la tortura a la que se somete a los perros por parte de ciertas personas, que los utilizan como diversión y entretenimiento, no importándoles el sufrimiento de los mismos. Hoy me voy a referir a otras que si que quieren mucho a los perros, teniéndoles como mascotas, como animales de compañía con los que conviven a diario, preocupándose por su bienestar y su salud y sacándolos a pasear al aire libre.

Son muchos los dueños de estos perros que atesoran ternura y afecto hacia sus mascotas, pero que sin embargo desprecian el bienestar, la higiene y la ética en cuanto al comportamiento que deben de tener a la hora de compartir el espacio público con los demás. Es frecuente ver en las calles y paseos las heces de los perros sin recoger, incluso en los jardines y espacios verdes que son compartidos al mismo tiempo por niños, heces que pueden causar enfermedades respiratorias e intestinales graves. Por fortuna esto ya va cambiando, pues también son muchos los dueños de perros que recogen sus excrementos, que salen a pasear con su bolsa en el bolsillo, pero que hacemos con los orines que quedan sobre el pavimento?

Durante el Medievo las calles se utilizaban como retretes públicos, más tarde aprendimos a hacer las necesidades en un orinar y esta secreción liquida se tiraba a la calle, luego las ordenanzas municipales prohibieron estas conductas e implantaron un servicio municipal de recogida, haciendo de nuestras calles un espacio limpio e higiénico. Creamos normas de convivencia para ser limpios, ahora ya no ensuciamos las calles como antaño, esas ordenanzas lorquinas en las que se prohibía también el dejar sueltos frente a nuestras viviendas los cerdos o aves de corral han quedado obsoletas, pero por el contrario estamos necesitando de otras que se adapten a los tiempos que corren, pues no todo debe de estar permitido en el creciente hábito de tener perro y pasearlo por espacios públicos.

Al perro no se saca para que le dé el aire o a que tome el sol, al perro se le saca de casa para que haga sus necesidades en la calle, igual que hacíamos nosotros en la Edad Media, y lo mismo que esas conductas incívicas y poco higiénicas desaparecieron, ahora deberemos de hacer igual con estas otras. El perro no puede ni debe orinar en la calle por la que transitamos todos, manchando las fachadas de viviendas y comercios, sobre todo las esquinas y oxidando farolas y el resto de mobiliario urbano, si vive en casa se le debe de enseñar a que haga sus necesidades en casa y cuando esto no sea posible plantearse si es conveniente tener animales de compañía o no.

Alguno me dirá que la calle es de todos y también de los perros, pero siempre que seamos cívicos y responsables de nuestros actos. Lo que no se puede consentir es que el perro se orine en el portal de la vivienda o en la alfombra de entrada a un comercio ante la pasibilidad de su dueño que lo lleva sujeto, y si se le llama la atención que este te insulte, creándose enfrentamientos y movidas entre vecinos y dueños de estas mascotas. Los perros no entienden si lo que hacen está bien o mal pero sus dueños si, los problemas higiénicos que causan los perros al vaciar su vejiga, deben de ser para quienes han decidido tenerlos y no para el resto de ciudadanos que los soportamos, teniendo que estar permanentemente limpiando sus guarradas, desinfectando la zona y echando azufre o cualquier otro producto que ahuyente a los perros de hacen ahí sus micciones.

AZUFRE EN PAREDES PARA EVITAR MEADAS DE PERROSAunque abría que advertir a los que echan azufre como repelente para los perros, que esta sustancia está prohibida echarla en un lugar público, pues es peligrosa para la salud al inhalarlo, ingerirlo o incluso en contacto con la piel, además de que a pesar de la creencia popular no está demostrado que este polvo sirva para impedir que los perros se acerquen a la fachadas para hacer sus necesidades. En esto el AyuntaMIENTO a través de su concejalía correspondiente debería de hacer una campaña sobre el tema, explicando al ciudadano la prohibición de llevar a cabo esta práctica habitual de echar azufre en la acera.

También el Consistorio debería de hacer una ordenanza específica sobre las micciones de los perros, está contemplado lo de las heces y parece que está dando algún resultado, pero queda esta otra asignatura pendiente que si que han regulado otros ayuntamientos, como es lo de prohibir que orinen sobre elementos verticales, aconsejando que lo hagan junto al bordillo o en los sumideros del alcantarillado, también mediante ordenanza se obliga a los dueños a llevar una botella de agua o un espray con agua y lejía que deben de usarlo cada vez que el perro ensucie la vía pública, sancionando a los dueños que no limpien los orines de sus perros con fuertes multas. Incluso en otros ayuntamientos se prohíbe que los perros realicen también sus micciones en el césped, pues el alto contenido de amoniaco hace que se queme este, apareciendo sobre él numerosas manchas amarillas.

Claro que en Lorca tenemos césped artificial y no tenemos ese problema, mientras que el natural del río, que si que era usado como esparcimiento para que los perros desahogaran sus energías, se abandonó con la escusa de la riada de septiembre de 2012.

Ahora se ha hecho un área de recreo canino en el parque de la Casa Mata en San Diego, pero como todo lo que se hace últimamente en Lorca, a lo ligero y por consiguiente mal hecho y con deficiencias. Los perros necesitan relacionarse con otros, es muy importante para ellos el juego y el ejerció físico, pero para ello necesitan de un espacio más grande que lo que se ha hecho en San Diego, pues un espacio pequeño compartido con varios perros hace que se les disparé el estrés y ello termine en peleas. Luego este recinto canino solo dispone de una sola puerta, cuando estos recintos deben de disponer de una doble con el fin de evitar que cuando se abre pueda salirse algún animal de los que están sueltos en su interior, y más teniendo en cuenta el disparate que se ha cometido de situarlo justo al lado del parque infantil. Tampoco carece de fuente de agua o bebedero para los canes, igual han pensado que por sus reducidas dimensiones los perros al no cansarse no van a tener sed.

Pero si reducidas son las dimensiones de este mini parque canino, reducida es también la altura de su valla, siendo muy fácil que se la salte un perro grande, tampoco está acondicionada para un chico, pues un pequeño puede salirse por los huecos de la barandilla que separa este recinto con la calzada que sube para el puente, pues la han dejado tal cual sin protección alguna, y luego al no fijar la valla al suelo, también hay partes por las que puede salirse el perro por debajo.

Así es este primer recinto canino que se ha hecho en Lorca, un pequeño espacio acotado por una baja y frágil valla que a dos semanas de su inauguración ya se ha deformado, y donde han dejado en superficie todos los tubos que había del riego por goteo, por lo que poco deben de durar estos allí, y más si los perros descubren que al mordisquearlos brota el agua de la que carecen. Aquí se improvisa siempre, lo importante es salir en la foto.

En la Torrecilla se hizo un carril bici aprovechando el reasfaltado de la antigua nacional 340, pero se hizo a costa de suprimir el arcén, un espacio necesario para cualquier parada de emergencia o incluso para circular sobre él en caso de avería, ahora se ha hecho igual con la otra entrada a Lorca desde Murcia, suprimiendo la cuneta y estando ya cubriéndose de matojos, cuando estaba la alternativa del otro margen, acondicionando el espacio exterior junto al seto de adelfas, una obra más costosa pero mucho más vistosa y segura.

La verdad es que lo del área canina de la Casa Mata que menciono, es porque así se deja entrever, por el pipican de su interior y su perímetro vallado, porque aparte de las carencias que antes decía, tampoco tiene ningún cartel que lo indique, como tampoco unas normas de uso o que prohíban la entrada de hembras en celo, o a perros no censados y que carezcan del obligado microchips, o que no cumplan con la normativa higiénico-sanitaria, tampoco la obligación de que entren con bozal aquellos catalogados como potencialmente peligrosos o incluso que se prohíba la entrada a niños menores de 14 años si no van acompañados de personas mayores.

Esperemos que nuestros dirigentes la adapten como es debido, aunque habría que buscar otros emplazamientos para esta y otras aéreas de recreo caninas, mucho más amplias y en mejores condiciones, hay muchos espacios en Lorca que pueden adaptarse fácilmente para este fin, siendo muy pequeña la inversión a realizar. Estoy pensando en la zona de los antiguos viveros de eucaliptos en la rambla de Tiata, entre las compuertas y el puente de Santa Quiteria, una zona muy próxima al centro de la ciudad, con sombra y muy fácil de acondicionar, también hay otro lugar desaprovechado entre el centro Comercial San Diego y el río, o multitud de grandes solares públicos o privados que se pueden adaptar para este fin mientras se construye en ellos.

Todos tenemos que poner de nuestra parte, los dueños de los perros que son en definitiva quienes mandan en el paseo, deben de impedir que el perro orine en la primera farola o esquina que encuentre, acudiendo a un pipican o a un descampado cercano a su casa.

El AyuntaMIENTO, que por cierto desde hace muchos años no dispone del servicio del “motocaca” debe de realizar una limpieza de choque de todos los espacios afectados por las micciones de los perros, como también debe de poner al alcance de sus dueños los medios necesarios para que los perros no sean una molestia para el resto de ciudadanos, y a su vez desarrollar las normas necesarias para que tanto las fachadas como el mobiliario urbano no sean el retrete de los señores perros que tienen ciertos animales, imponiendo fuertes sanciones a quienes las incumplan.