Proyectan una inversión de 20 millones de euros para una planta de biometano en Lorca.
Las pedanías altas de Lorca son la localización escogida por un grupo empresarial hispano-italiano para la implantación de una una planta de producción de biometano. Para ello, los promotores pretenden emplear residuos y subproductos procedentes de la actividad agraria y ganadera. En este último caso, sobre todo, purines.
De este grupo empresarial forma parte Enersi Energy, que junto a su socio local Greenway son los que pretenden llevar a cabo esta planta cuya inversión llegaría a los 20 millones de euros, según ha confirmado el administrador de la compañía, Luca Acquarolli.
La planta, “de alta tecnología”, dice Acquarolli, estaría preparada para producir biometano y componentes fertilizantes orgánicos para la agricultura. En el caso del biometanol, considerado un combustible de transición, “estamos hablando de un combustible de nueve a diez veces menos contaminante que otros como el diésel o el gasoil”.
La planta, “de alta tecnología”, dice Acquarolli, estaría preparada para producir biometano y componentes fertilizantes orgánicos para la agricultura. En el caso del biometanol, considerado un combustible de transición, “estamos hablando de un combustible de nueve a diez veces menos contaminante que otros como el diésel o el gasoil”.
Este miércoles 15 de enero, representantes de la empresa se reunieron con vecinos de la zona y con representantes del Ayuntamiento de Lorca a quienes expusieron su proyecto. Estas instalaciones están proyectadas con capacidad para tratar unas 110.000 toneladas anuales de residuos, de los que unas 50.000 procederían de la actividad ganadera. En el caso de Lorca, las pedanías altas son un importante punto de concentración de este tipo de explotaciones.
En el plano ambiental, Acquarolli señala que se ofrecería una alternativa a los ganaderos y agricultores y los subproductos derivados de sus actividades, cuya gestión suele suponer un importante coste para ellos. Pero, además, su tratamiento en esta planta lleva consigo que anualmente se evite la emisión a la atmósfera de 7.000 toneladas al año de CO2.
La empresa se encargaría por su parte de rentabilizar su actividad a través del biometano, del que Acquarolli sostiene que cada vez está siendo más utilizado por más empresas del sector del transporte. “También aquí en Lorca y en la Región de Murcia”, precisa.
En cuanto a los fertilizantes orgánicos que se obtienen también en este proceso “se emplearían en el mismo territorio donde se ubica la planta”. De esta forma se cerraría un ciclo que Acquarolli sitúa en el plano de la “economía circular”.