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Casa de los Irurita, de los Pérez Monte o edificio Castelar.

Edificio ubicado en la Calle Corredera, mandada a construir por el Capitán Sancho Martín en el siglo XVI siguiendo el diseño del maestro Jerónimo Quijano. De estilo renacentista, consta de tres plantas, la portada de la fachada es sin duda uno de los elementos más destacables de la construcción. Remodelada en 1915 se incorporaron nuevos elementos a su decoración como un mirado acristalado o el forjado de balcones. El escudo nobiliario de la familia, elaborado en piedra, descansa en el centro de la fachada terminando de perfilar la sincronía del conjunto.

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Casa de los Irurita, de los Pérez Monte o edificio Castelar.

En un edificio ubicado al final de la Calle Corredera en el número 67 de la ciudad de Lorca encontramos la Casa señorial llamada de los Pérez-Monte o de los Irurita, también conocida como edificio Castelar. Esta construcción se halla situada cerca de la Iglesia de Santiago y de la Columna miliaria que señalizaba la Vía Heraclea que unía las ciudades de Lorca y Cartagena. Y también muy próxima a ella se encuentra la Casa de los Marín Ponce de León recientemente restaurada.

   

La construcción de esta hermosa casa señorial se inició por deseo del capitán Sancho Martín Leonés y es uno de los escasos edificios de esta época que se conservan en la ciudad. Sus hijas se casaron con los hermanos Irurita, una familia de hidalgos navarros.

Se trata de una construcción del siglo XVI en Estilo Renacentista, que sufrió numerosas reformas a lo largo del tiempo. Fue mandada construir por el Capitán Sancho Martín Leonés con el fin de que albergara la residencia familiar.

Se sabe que en 1556 se contrataron las obras en base al diseño de fachada realzado por el maestro mayor de la diócesis Jerónimo Quijano.

Los Irurita procedían del norte y se ligan a esta casa cuando Sancho de Irurita y su hermano Martín contraen matrimonio con Catalina y María, hijas del poseedor de la vivienda, el capitán Sancho Martín Leonés.

Sancho fue el que al final heredó la mansión y residió en ella y allí nacieron sus cinco hijos. Un estudio sobre esta familia publicado en la revista Clavis en 1999, del que era autor Melchor Guerrero Arjona, concluye que la familia de los Irurita marco un hito en la historia local y, por ende, en la de la Región. Uno los descendientes, Martín de Irurita, tuvo las atribuciones del alférez mayor por merced real. Murió en el sitio de Galera mientras batallaba a las órdenes de D. Luis Fajardo de la Cueva, segundo marqués de los Vélez.

El edificio de tres plantas destaca por su hermosa fachada, en la que sobresalen la sencilla portada, la decoración de los vanos y la bella alquería del piso superior. La fachada ha sido muy transformada, debido a las diversas reformas que ha sufrido la casa a lo largo de su historia.

La convivencia en ella de elementos arquitectónicos y decorativos pertenecientes a distintas etapas históricas y estilos artísticos, ha favorecido su puesta en valor. Por ello ha sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

En 1915 se remodela la fachada, incorporando nuevos elementos decorativos como la forja de los balcones y un mirador acristalado. En su sencilla portada, de inspiración italiana, destacan las pilastras estriadas que flanquean la entrada principal, rematadas en capiteles jónicos con relieves de cabezas masculinas; el conjunto sustenta un arco de medio punto, sobre el que se localiza el escudo nobiliario de la familia, también labrado en piedra.

ARQUITECTURA

La Casa se edificó siguiendo el diseño del conocido Maestro Jerónimo Quijano, basado en modelos italianos de influencia florentina. Se trata de una construcción que presenta tres plantas en altura y se encuentra estructurada en varios ejes.

En la hermosa fachada del edificio sobresalen la sencilla portada, la decoración de los vanos y la bella alquería del piso superior. La portada, típicamente renacentista, está compuesta por dos pilastras estriadas adosadas al muro y rematadas con capiteles de orden jónico en los que se pueden observar relieves de cabezas masculinas o mascarones. Algunos investigadores consideran que estas cabezas representan al dios Jano, ya que entre sus atribuciones se encontraba la de ser guardián de los lugares de paso, las llaves y las puertas.

Llama la atención su portada de piedra con pilastras estriadas, capiteles con mascarones que recuerdan la figuración del dios Jano. cornisas molduradas en ventanas.

Estas pilastras flanquean la puerta principal y sustentan un gran arco de medio punto, ligeramente abocinado. Sobre el arco aparece un friso, en el que se apoya el escudo nobiliario de la familia labrado en piedra. El escudo familiar se encuentra dividido en cuatro partes. En el cuarto superior izquierdo aparece un castillo, en el cuarto inferior izquierdo se representan figuras en forma de corazón colocadas simulando un aspa o cruz.

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En el cuarto superior derecho se puede observar un águila parada, mientras que el cuarto inferior encontramos un brazo arrancando un árbol con dos calderas a ambos lados. Todo el conjunto aparece rodeado por una bordura decorada con flores de lis, lagartijas y aspas o cruces.

En el segundo piso destacan las ventanas adinteladas decoradas con molduras y pequeñas pilastras adosadas, y los balcones cerrados con barandillas de forja.

Entre la segunda y tercera planta se sitúa una grácil cornisa que recorre todo el edificio. El tercer piso cuenta con miradores en los extremos de la fachada y una hermosa arquería central que, a principios del siglo XX, quedó oculta a la vista tras la colocación de un balcón corrido con mirador acristalado en esta zona. En esta misma época se llevó a cabo el revoco de la fachada con estucado.

La fachada del  edifico ha sufrido diversas y numerosas reformas a lo largo de su historia, encontrándose muy transformada en la actualidad.

En el interior destacan sus habitaciones cubiertas con techumbre de madera labrada.

El principal interés de esta construcción radica en la combinación de elementos arquitectónicos y decorativos pertenecientes a distintas etapas históricas y estilos artísticos. Por ello ha sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

HISTORIA

La hermosa casa señorial de los Irurita, o de los Pérez-Monte, se encuentra ubicada en una de las calles más destacadas de la ciudad de Lorca, la Calle Corredera.

La Casa fue mandada construir por el Capitán Sancho Martín Leonés, a principios del siglo XVI. Éste encargó la realización de la hermosa portada de piedra, el escudo nobiliario y las ventanas, al Maestro Cantero Domingo de Plasencia en el año 1556. Estas obras quedaron inconclusas debido a la inesperada muerte del Maestro cantero en 1564.

El edificio fue residencia de la familia Martín Leonés hasta la segunda mitad del siglo XVI. El Capitán Sancho Martín Leonés, primer propietario de la casa, tenía dos hijas: Catalina y María. Ambas hijas contrajeron matrimonio con los hermanos Sancho y Martín de Irurita, pertenecientes a una familia de hidalgos navarros. Sancho de Irurita casó con Catalina Martín Leonés, mientras que Martín de Irurita lo hizo con María Martín Leonés.

A la muerte del padre la casa pasó a ser heredada por Catalina, quien la aportó al matrimonio. A partir de este momento la residencia familiar pasará a denominarse Casa de los Irurita.

De este matrimonio nacieron cinco hijos: Martín, Melchor, Gaspar, Juan de Alburquerque y María de Irurita Leonés. La muerte temprana de dos de sus hermanos hizo que D. Melchor de Irurita se convirtiera en el nuevo propietario de la casa en 1598.

Melchor de Irurita, nieto del primer fundador, estudió en Salamanca y se casó con Teresa Marín de Guevara, hija del Regidor Martín de León Marín y de Beatriz de Guevara. Entroncando así con una de las familias más poderosas del momento. También obtuvo el título de Alférez Mayor del Reino tras la muerte de su hermano mayor. Será este personaje quien mande concluir las obras de la casa.

Para llevar a cabo este cometido, D. Melchor de Irurita contrata en 1596 al Maestro cantero Lorenzo de Goenaga, quien ya había trabajado previamente en las obras de la Colegiata de San Patricio.

La casa no sufrirá nuevas reformas hasta 1915, año en que se renueva la fachada con estucado, se colocan balcones de forja y un mirador acristalado con balcón corrido en la última planta que cierra la hermosa alquería renacentista.

En la actualidad la fachada se encuentra muy transformada. A pesar de ello, el edificio presenta el interés de combinar elementos arquitectónicos y decorativos pertenecientes a distintas etapas históricas y estilos artísticos.

PERSONAJES QUE LA HABITARON

Jerónimo Quijano, arquitecto y escultor, nacido en Cantabria hacia 1490 y muerto hacia 1560. Conocido por el Montañés, comenzó colaborando con numerosos canteros de localidades montañesas próximas a Caldas de Besaya, Cantabria. Luego acude a Granada, donde colabora en el retablo de la Capilla Real. En 1524 se traslada a Jaén y allí trabaja en la sillería del coro y en el banco del retablo de la Catedral. En esta ciudad se casa con su primera esposa, Isabel de Mercado. Poco después se trasladan a Murcia, falleciendo su esposa en 1541. Más tarde se vuelve a casar con Francisca de Ontenyente, mujer bien situada, que consolida su posición social. En Murcia trabaja primero a las órdenes de Jacobo Florentín y, cuando éste fallece, es nombrado en su lugar para el cargo de Maestro Mayor de la Diócesis. Quijano concluye numerosas obras iniciadas por el italiano.

Resultado de imagen de jeronimo quijanoComo Maestro Mayor realiza en la Catedral: la Capilla de la Encarnación, la Capilla de los Junterones, la portada para la Antesacristía, y el segundo cuerpo de la torre. En la Diócesis ejecuta otros proyectos como son: la cabecera de la iglesia de Santa María de Chinchilla, la portada de la Sacristía y ventanas de la Sala Capitular de Santiago de Villena, además de colaborar en la Colegiata de San Patricio de Lorca (1534), en la iglesia del Salvador de Caravaca (1536), en la de San Juan Bautista de Albacete (1538), la de Santiago de Jumilla y Santiago de Orihuela. También participa en las obras de San Martín de La Jineta (1550), la iglesia de la Concepción de la Orden de San Francisco de Murcia (1549) y posiblemente en la iglesia de Santa Justa y Rufina de Orihuela (1546).

Su obra presenta influencias castellanas y florentinas en el terreno escultórico, e italianas en el arquitectónico. Trabajó sobre todo como arquitecto, dirigiendo obras y diseñando proyectos, aunque también realizó obras de ingeniería como la remodelación del azud de Alguazas y para el plan de riego de aguas en Benablón, Caravaca, en 1553.

EN LOS NOVENTA TAMBIEN FUÉ UN BAR DE COPAS. EL VAYA CON DIOS.

vAunque no duró abierto mucho tiempo fué uno de los bares más visitados en los inicios de los años noventa cuando en esta zona de la calle Corredera se reunían miles de jóvenes todos los fines de semana, por la abundancia de locales de copas.

GRAVEMENTE DAÑADA POR LOS TERREMOTOS.

El edificio ha resultado muy afectado por los seísmos produciéndose derrumbes parciales en el interior del edificio, desprendimientos de parte de decoración de la fachada e interiores, asimismo se aprecian grietas por todo el edificio.

Las primeras actuaciones que se llevaron a cabo fueron las de consolidación de la fachada, mediante la colocación de andamiajes para la sujeción de todos los elementos para prevenir posibles derrumbamientos.

En 2017 han arrancado los trabajos de rehabilitación del edificio gracias a las ayudas de la CARM.

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