El aumento de estrés y mala alimentación posibles causas de que un 20% de murcianos tengan problemas sexuales.
Libido (pronunciada como palabra llana, no líbido, con tilde y esdrújula) es el término que se usa en medicina y psicoanálisis de manera general para denominar al deseo sexual de una persona. La libido sería esa pulsión que incita a los seres humanos a mantener un encuentro sexual.
Sostienen los andrólogos (que ayudan a hombres insatisfechos con su vida sexual) que la disfunción eréctil, que puede ser síntoma precoz de problemas vasculares, es la causa más común de pérdida de libido por simple evitación de la frustración. Además, influye también lo que se llama ansiedad por rendimiento: «uno de cada tres hombres se queja de eyaculación precoz, lo cual suele ser el resultado de no tener erecciones lo bastante firmes y duraderas–generalmente por no tener una base de testosterona libre suficiente (hipogonadismo)-, mientras que uno de cada cinco está preocupado y presionado por el rendimiento», explica al respecto el doctor Cunill.
Como puntualiza el citado médico, el hombre actual es más sensible que el ‘macho viril’ de antaño y las emociones son más importantes para él de lo que la mujer cree. Por ello, no son ajenos a los factores psicológicos y «el estrés, la baja autoestima o una mala relación de pareja puede bloquear todo deseo y anular toda pasión». Pero cuando un hombre acude a consulta aquejado de falta de libido hay que descartar además otras causas médicas y fisiológicas que incluyen, entre otras, síndrome de déficit de testosterona, hiperestrogenismo, hiperprolactinemia, hipotiroidismo, disfunciónvascular, diabetes, hipertensión, apnea del sueño, obesidad y síndrome metabólico o abuso de ciertas sustancias como anabolizantes.