El Pelobús del Padre Ángel visita Lorca para mejorar la imagen de muchas personas que lo necesitan.
El cuidado del aspecto físico es una de las preocupaciones que comparten quienes pertenecen tanto a los estratos sociales más elevados como a la clase media. Así ha sucedido históricamente y para comprobarlo hay multitud de ejemplos plagados de estereotipos, que en algunas ocasiones se diluyen gracias al altruismo de la gente; personas que en un momento dado se han propuesto ´enterrar´ determinados clichés, como el que da por sentado que la denominada belleza exterior está directamente relacionada con los recursos económicos de los que se dispone. De acabar con este tipo de tópicos se han encargado la Fundación Trinitario Casanova y Mensajeros de la Paz, que una vez más han unido sus fuerzas para mejorar la imagen a casi un centenar de ciudadanos desfavorecidos de la Comunidad Autónoma de Murcia, con la colaboración de profesionales del sector de la peluquería como Cánovas Cultura del Cabello, Juani Ñíguez y Academia La Egipcia.
El Pelobús del Padre Ángel, sacerdote fundador de la mencionada ONG, ha recorrido la Región de Murcia a lo largo de esta semana, efectuando tres paradas: Murcia, Cartagena y Lorca. Y lo ha hecho con un objetivo muy claro: contribuir de forma gratuita al aseo y a la higiene de las personas con escasos recursos.
Casi un centenar de usuarios de organizaciones como Jesús Abandonado, Cáritas y Cruz Roja han pasado durante estos días por el interior de la peluquería rodante más famosa de España, un vehículo de 12 metros de longitud que ha sido transformado en salón de peluquería para hombres y mujeres gracias a la colaboración solidaria de la Fundación Trinitario Casanova, cuya aportación anual ha ascendido a 40.000 euros. Una cantidad que se ha destinado a financiar la adaptación del autobús (equipado con dos butacas, teja para lavar el pelo, una ducha y una pequeña sala de espera), la compra de equipamiento y mobiliario de peluquería, los costes de mantenimiento del servicio y la contratación de su personal.
El funcionamiento del Pelobús es muy sencillo. En él trabajan peluqueros solidarios que cortan el pelo a los usuarios de Mensajeros. En cada parada, los clientes entregan un vale que de forma previa les facilita Mensajeros de la Paz o las organizaciones Jesús Abandonado, Cáritas o Cruz Roja. En ese ticket se incluye la hora, el día y el lugar en el que se aparca el vehículo con la finalidad de evitar colas en el exterior del mismo.
«Era imprescindible para la Fundación participar en esta acción solidaria que recorre toda España. El Pelobús ayuda, de forma muy directa y a pie de calle, a estas personas que no disponen de recursos económicos y que necesitan aseo personal e higiene porque de su imagen y de su aspecto inicial pueden depender, en muchas ocasiones, las oportunidades que les faciliten su plena reinserción en la sociedad», afirma Trinitario Casanova.
