¿LA RENTA FRENTE AL MERITO Y LA PROFESIONALIZACION FRENTE A LA FRUSTRACIÓN?
En estos días en los que muchos padres estamos intentando buscar plaza en algún instituto para nuestros hijos recién graduados de educación primaria, nos encontramos que muchas familias que han solicitado plaza en algún instituto, para sus «sobresalientes estudiantes» meritoriamente hablando, están experimentando que los centros están saturados de estudiantes con muy bajo nivel académico y ocasionan que nuestros hijos a pesar de tener unas calificaciones excelentes, no puedan entrar en los centros más cercanos a sus domicilios, porque resulta que ya no se valora la cercanía al lugar de residencia, ni en algunos tampoco el que sus padres o hermanos hubieran pertenecido al centro, sino que el parámetro principal para poder acceder es la renta familiar del estudiante, y conociendo alguno de estos casos reales me hacen cuestionar el sistema de puntuación que otorga preferencia a la baja renta frente al mérito de los aspirantes y otras características que antes si se puntuaban.
Nuestro Gobierno no deja de prestar ayudas a los más necesitados en especial a miles de familias que habitan en nuestras ciudades y no tienen una fuente estable de generación de ingresos, e incluso si trabajan, muchos lo hacen de forma ilegal, por lo que no contribuyen con su renta a nuestra Hacienda, enriqueciendo a empresarios de pocos escrúpulos y empobreciendo al Papa Estado porque por derecho si acceden a todo tipo de ayudas y subvenciones de servicios básicos que necesitan, pues normalmente su renta es inexistente o menor que las mínimas de los españoles más pobres que se quedan en la cola.
No nos engañemos esto no lo paga el Gobierno sino que lo hacemos todos los que pagamos impuestos, esos a los que se nos vende en cada campaña electoral que debemos ser sociales y más progresistas para repartir en muchos casos lo que no tenemos y volver a endeudarnos, cuando empezábamos a sacar el cuello de tan aguda crisis que nos ocasionó una reducción de servicios públicos a todos, pero no aprendemos y continuamos sin medidas de control estricto del despilfarro que nos aumenta el pago de intereses volviendo a entrar década tras década y gobierno tras gobierno, en el mismo ciclo vicioso del que nunca salimos y que desgraciadamente nos va a costar muchos disgustos, sobre todo a los actuales y futuros pensionistas que tras treinta años cotizando vemos en el aire nuestro futuro y el de nuestros descendientes.
¿Porqué no plantear otro modelo de ESO de aprendizaje profesional?
La educación obligatoria antes llegaba a los 14, edad con la que muchos se aventuraban a trabajar y forjaron con mucho talento y esfuerzo muchas de las grandes empresas actuales, ahora llega hasta los 16 años, lo que en la práctica causa saturación en muchos centros y un coste elevado para nuestra endeudada economía, desaprovechando el potencial profesional de muchos jóvenes que se frustran por estar obligados a hacer lo que no quieren y que ahora o no asisten a clase, o si lo hacen es para entorpecer a los compañeros y profesores.
Posiblemente sería positivo revisar el modelo para sin tener que revisar la edad, conseguir que esos jóvenes que no aprovechan ese esfuerzo económico que les brinda la Sociedad, tengan una opción de formación para aprendizaje laboral, como los aprendices de oficio de antaño, con prácticas en empresas desde el primer día, sin coste en los primeros meses y con una remuneración y cotización básicos en los siguientes, sería un sistema previo a la FP con el que a la vez de aprender un oficio también contribuirían con su trabajo con la Sociedad que les ha ayudado y reduciría el fracaso escolar y el desempleo juvenil, puesto que con esta preparación durante dos años muchos de estos jóvenes que con 18 serían NI NIS.
En cambio podrían continuar con su preparación o tendrían una ocupación tras la experiencia adquirida pero ya con el SMI actual que con la crisis que soportan muchos autonomos y pequeños empresarios, les resultan unos costes inasumibles y hace aumentar el desempleo en la franja de jóvenes con baja preparación que lo demandan.