Este estandarte, con el que el Paso Azul inicia su desfile en todas las procesiones a que concurre, es obra del fallecido artista lorquino Emiliano Rojo, y data de 1944, realizándose para dotar a la Hermandad de un estandarte que refleje la fisonomía de la nueva Imagen de la Virgen de los Dolores con que se dota la Cofradía tras la guerra civil, y que vino a sustituir la desaparecida en la contienda fraticida.Está íntegramente bordado en sedas e hilo de oro. En el centro del mismo, una cartela oval enmarca la imagen de la Dolorosa que esculpiera Capuz, y rodeada por un bordado de motivos vegetales y florales en sedas en la escala de los azules, simulando un adamascado.
Bajo la cartela ovalada central, en punto de oro, se ha bordado un anagrama mariano coronado.Los laterales del estandarte se han bordado en punto de oro, formando una original greca calada, con motivos vegetales y ornamentales.El estandarte fue llevado a la exposición nacional de artes decorativas de Madrid en 1947, obteniendo en la misma la medalla de plata que luce en las procesiones pendiendo de su barra central.Se acompaña de dos faroles, vistiendo sus portadores ricas túnicas de mayordomo bordadas en punto de oro. |
EXPLORADORES
Se basa este grupo en el Libro de NÚMEROS, capítulos 13 y 14, al decir: estando los judíos acampados e el desierto de Parán, Yavé le habló a Moisés diciéndole: manda a algunos hombres a explorar la tierra de Canán, que voy a daros; a uno por cada tribu, y que sean todos de los principales de entre ellos.Moisés los mandó y dijo: subid de aquí al Neguev, ved cómo es la tierra, la gente que la habita, si fuerte o floja, si poca o mucha, si buena o mala; cuáles son sus ciudades, si abiertas o amuralladas; cuál su terreno, si rico o pobre, si con árboles o sin ellos. Animaos y traed algunos frutos de esa tierra.Recogieron uvas, granadas e higos, y a los 40 días se presentaron ante Moisés mostrándole los frutos de la tierra, alabándola, pero haciendo notar la fortaleza de sus ciudades y gentes. Ante eso, los judíos se pusieron a lamentarse de haber abandonado Egipto, y por esa duda, Yavé les castigó a no ver la tierra prometida y vagar errantes por el desierto hasta su muerte, excepto a Josué y Caleb. En 1969, se incorpora a la procesión azul. Es en 1992, siendo presidente D. Juan Carlos Peñarrubia, cuando se dota al grupo de la vestimenta que ahora luce. Ese año se realizan tres capetas, la de Samúa (negra) con la cabeza bordada de Abraham; la de Safed (verde), con el busto de Isaac y la de Caleb (azul), con el motivo central dedicado a Moisés. Al año siguiente se le añade la capeta de Jidal (granate), representando el busto de Jacob. En 1998 se incorpora una nueva capeta, copia exacta de la conocida por los Celajes que en su día bordara Cayuela. |
INFANTERIA ROMANA
BANDERA
Si el símbolo de la Hermandad de Labradores es el corazón atravesado por una espada, en recuerdo de los dolores que padeció María en su vida, la bandera es la expresión más palpable de ese símbolo, y en cuyo derredor se agrupan los azules.Los estatutos de la Cofradía ya señalan de manera expresa aquellos elementos que han de figurar necesariamente en las banderas, lo que viene a resaltar la importancia de las mismas. Se nos dice que habrá de estar confeccionada en raso azul, bordada en hilo de oro, sedas y pedrería, figurando en su anverso el símbolo de la Hermandad (el corazón atravesado por la espada), con la inscripción Hermandad de Labradores, Paso Azul. Y en el reverso, el anagrama de María Santísima. Las grecas que orlen estos símbolos se inspirarán en motivos vegetales, en clara alusión a la relación que con la tierra, tiene una hermandad que se precia en llamarse de labradores.La Bandera de Protocolo es un boceto de Emiliano Rojo, que adaptaron Joaquín Gimeno y Cristóbal Leal, bordándose en el taller de este.
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ETIOPES
Este grupo a caballo, sin duda alguna el más representativo del Paso Azul por la originalidad de ser el único de las procesiones lorquinas en los que los jinetes no hacen uso de montura sobre la que sostenerse, sino que cabalgan a pelo, con la dificultad que eso entraña, representa al Rey egipcio Sesac, en el momento de entrar en Jerusalén, ayudado por las hordas etíopes que le prestaban sumisión, cuando siendo Rey de Judá, Roboam, saqueó los tesoros de la casa de Yavé y de la casa del Rey, llevándose los escudos de oro que había hecho Salomón. Su incorporación a la procesión azul data del año 1891, habiendo, desde entonces, desfilado con nuestra Cofradía ininterrumpidamente.Tiene una marcada inspiración bíblica, ya que del hecho histórico se nos habla tanto en el Libro I de Reyes (Cap. 14), como en el Cap. 12 y ss. del Libro II de Paralipómenos: en el quinto año del reinado de Roboam, subió Sesac, rey de Egipto, contra Jerusalén, por haberse rebelado contra Yavé, con mil doscientos carros y sesenta mil jinetes. Estos hechos acaecieron hacia el año 930 antes de Cristo, y de ellos se ha dejado constancia en los muros del templo de Amón en Karnak.Sus integrantes visten capetas de terciopelo y raso, bordadas en sedas, se tocan con pelucas, y se cubren con unas faldillas, también bordadas. En su actual concepción, el grupo se renovó en el año 2004 en que se incorporaron 7 nuevos trajes, siendo dirigidos por Miguel García Peñarrubia.Entre ellos, el de terciopelo negro, con un guerrero bordado herido en su sien derecha, que representa al propio Sesac; con las restantes de motivos de inspiración egipcia. Al año siguiente, se incorporaron otras tres capetas más. Incorporadas en 2009 dos capetas para los volteadores. |
PTOLOMEO IV, FILOPATOR
Representa el dominio del Egipto ptolomeico sobre Palestina, en la figura de Ptolomeo IV, Filopator (221 -205 a.C.) que victorioso sobre Antíoco III de Siria, en Rafia, mandó ofrecer sacrificios en el Templo de Jerusalén (Josefo). Monta biga triunfal, cubriéndose con manto de terciopelo negro, bordado en sedas con la efigie de Ramsés II, el gran faraón de la XIX dinastía; todo el entorno va orlado con bordados del friso de un trono del tiempo de Amenofis IV, según la escuela artística de Tell-el-Amarna.
LAS ENTRADAS DE SESAC, FARAÓN DE EGIPTO EN JERUSALEN (ETÍOPES)
Grupo incorporado a la procesión en 1891. Representa a Sesac, primero de los faraones que la Bíblia llama por su nombre, que “subió contra Jerusalén” saqueando el reino de Jarobcam y recibiendo de Roboam los tesoros del Templo y del palacio real como tributo. El faraón, con capeta de terciopelo azul bordada en sedas con su personaje en el momento de cambiar de cabalgadura, se acompaña de su caballería etíope, que le hacía de guardia en su expedición sobre Judá. Montan cabalgaduras sin montura, y se adornan con capetas de terciopelo bordadas con las efigies de Roboam, hijo de Cam y los motivos del “Juicio de los Muertos” y “Grifos Egipcios” Las capetas de los etíopes estrenadas en la Semana Santa del 2005 son:
Faraón: Sesac según la Biblia pero conocido en Egipto como Sesonq I el cual se alió con Jeroboan en contra de Roboan y destruyó Jerusalén. Negro: Guerrero etíope del ejercito del faraón. Templo Egipcio de Isis: en la isla de Filae. Cara femenina que representa la región de Nubia .
MEIAMEN
La carroza fue realizada en 1979, debiéndose su proyecto a la mente de Joaquín Castellar Gallego, ayudado por Joaquín Gimeno, siendo aquél quien dirigió su construcción. Se estrenó en la procesión del Jueves Santo de 1980.El personaje que representa se inspira en el Libro bíblico de Éxodo, haciendo alusión al momento en que Moisés es rescatado de las aguas. También es recordado este pasaje bíblico en el Nuevo Testamento, concretamente en los Hechos de los Apóstoles (7, 21-22). La carroza representa el salón del trono de la princesa, la cual está rodeada de esclavas y esclavos con plumeros.Los motivos que adornan la carroza están inspirados en los pilonos del templo de Dakkeh, en Nubia, y los conforman la puerta de entrada a un templo, con bajorrelieves esculpidos del sarcófago de Ankhkhered, rey del alto y bajo Egipto, y portando las coronas alegóricas de ambos reinos. Cuatro grandes estatuas flanquean por delante y detrás la puerta de entrada al templo, inspiradas en una escultura del faraón Mikerinos.
EMPERADORES DE LA DINASTÍA DE LOS FLAVIOS O GRUPOS DE «LAS CUÁDRIGAS»
Montados sobre carros de carrera y triunfo, tirado por cuatro caballos en línea, representan a los emperadores de la dinastía de los Flavios. El primero que lo hizo en la procesión fue “Tito, triunfante en Jerusalén”, que ya desfilaba en 1978, y que quería representar la “Judea vencida” en el momento de la celebración en Roma de su victoria, trayendo los objetos preciosos del Templo. En 1946 evoluciona la forma primitiva de representación, y en vez de hacerlo sobre biga lo hace sobre cuádriga. El grupo se compone de: Vespasiano , general elegido por la legiones para sustituir a Nerón como emperador, mientras intentaba someter a Israel que se había sublevado contra Roma, al paso de los jefes zelotas; Tito , hijo y sucesor del anterior, que arrasó el Templo y terminó con la insurrección israelita; Domiciano, hijo del Vespasiano y hermano menor de Tito, al que sucedió a su muerte, que persiguió a los cristianos, ordenando la muerte de su primo hermano Flavio Clemero y a la hija de éste, Domitila, por haber abrazado esa religión, y Flavia Domicia , esposa de Domiciano, que tomó parte en la conjura que quitó la vida a su marido.
Tras la carroza del emperador Nerón se produce la carrera de las cuatro cuádrigas, precisando un amplio espacio para hacerlo, por lo que durante unos momentos queda “la carrera” despejada de figuras en procesión. Los emperadores se adornan con mantos bordados en sedas y oro, que no pueden tener lucimiento en el desfile debido al modo de procesionar.
Figura histórica incorporada a la procesión en 1987. Durante su mandato como emperador se sitúa la Pasión. Desfila sobre un majestuoso carro romano de triunfo, tirado por seis caballos enganchados en línea: la siga es una alegoría del águila imperial romana, en actitud de acabar el vuelo, posando sus garras sobre el eje de las ruedas del carro. El personaje se engalana con un manto de terciopelo carmesí con la figura del dios Júpiter bordado en sedas, estrenado en 1988.
GRUPO DEL FARAÓN: MOISÉS
El antecedente de este grupo data de 1883. Representa los días de la vida de Moisés en que, “siendo ya grande, salió a ver a sus hermanos, y observó la aflicción en la que estaban” y cómo por su fe, renunció a la cualidad de hijo del Faraón. Salvador del pueblo de Israel, este personaje está por una biga de dos caballos, con un espectacular manto profusamente bordado en sedas dividido en dos partes: en la superior, Moisés anciano recogiendo las Tablas de la Ley y en la inferior, Moisés niño en el momento en el que su madre adoptiva, Meiamén, lo recoge del Nilo.
EMPERADOR JULIO CÉSAR
El gran creador de la Roma Imperial. Desfila sobre carro triunfal, representando la dominación romana sobre Israel, habiendo sido considerado como protector del pueblo judío, al confirmar al sumo sacerdote Hiscano como etnarca y a Antípater como verdadero señor de los judíos. Su manto, en terciopelo verde, lleva como motivo central, bordado en sedas, un Apolo triunfal, símbolo de sus victorias, conduciendo una cuádriga tirada por fieras salvajes (“el carro del Sol”); va ornado con medallones con las efigies de los dioses de la mitología romana. El carro triunfal simula la proa de un barco con un mascarón de mujer realizado en bronce. Sobre la misma un elefante simbolizando la dominación sobre el Norte de África y el Mare Nostrum, tirando de éste carro ocho caballos. El emperador aparece bajo un baldaquino sustentado por dos grandiosos cuernos de la abundancia. En esta carroza aparecen, a parte del manto del propio emperador siendo motivo central, dos mantos importantísimos realizados por Don Francisco Cayuela en el año 1896, estos son: Manto de Júpiter o del Águila (dicho autor realizó el boceto para una bandera del Paso Blanco, al no gustarles ya que el Águila tenía las alas desplegadas, el director artístico decidió traerlo al Paso Azul. Estos lo bordaron para un manto a caballo, concretamente para el grupo del triunfo del Cristianismo) y Manto de Apolo (Dios de las Artes y de las Letras. Vemos en su parte central el “busto” de Apolo lo que le da nombre al manto)Completa el carro un grupo de esclavos ataviados con trajes de la época bordados en seda y oro por las mujeres de la Asociación de Nuestra Madre, la santísima Virgen de los Dolores.
CLEOPATRA VII
Faraona Egipcia de la dinastía de los Lágidas, procesiona en el pasaje del recibimiento al diunviro, como gobernador de Oriente. Procesiona sobre una lujosa litera de dos cuerpos: en el superior, recostada y custodiada por cuatro grandes esculturas de guerreros nubios semiarrodillados, se sitúa la figura de la faraona con el tocado, atributos y traje real, rodeada de ricas y lujosas telas y rematado el camastro real con adornos de plumeros. La litera es conducida a hombros por cuarenta esclavos que portan plumeros de rico colorido y visten tajes de raso, bordados en seda y oro con motivos propios de la época. Un cuerpo de guardias y música le da escolta.
Esta figura, nexo de unión entre Julio César y Marco Antonio, o lo que es lo mismo, entre la civilización egipcia y la romana, simboliza el final de aquella que pasa a la total dependencia de ésta.Cleopatra se incorporó al Paso azul en 1922, bajo presidencia de Evaristo Sánchez. Perdida tras la guerra civil, se recupera en 1947 bajo presidencia de Juan Mouliaá, se la dota de una nueva y espectacular carroza en 1973 (presidente Castillo Navarro), y en 2008 (presidencia de Ruiz Sánchez), se incorpora la carroza que ahora contemplamos dirigida por Joaquín Castellar.La base del grupo la conforma la espectacularidad y colorido de su puesta en escena, tanto de la carroza en sí, como de los grupos de esclavos que la acompañan y a la que anteceden, derramando flores, haciendo sonar sus fanfarrias, o portando vistosos plumeros.La reina desfila sobre una espectacular carroza a hombros de 130 esclavos. Un haz de rayos solares (Lorca es la ciudad del Sol), de los que parte una escalinata, da acceso al trono en que se ubica la reina, rodeada de estatuas de dioses egipcios, esfinges, y figuras humanas, y entre plumeros. Supone una explosión de plasticidad y colorido difícilmente igualable. La escena quiere representar el momento en que Cleopatra acude a Roma a reunirse con Julio César, padre de su hijo, y lo hizo tratando de deslumbrar al pueblo romano con el mayor fasto posible. La nueva versión de la carroza supone una especial dificultad para la procesión azul, tanto por las dimensiones de la misma, absolutamente ajustadas al espacio que hay para desfilar entre las tribunas, como por el ritmo, al ser una carroza que desfila a hombros. Alta: 6 m. Ancha: 5 m. Larga: 11m. |
CARRO ALEGÓRICO DEL EMPERADOR NERÓN
Emperador romano que desfila en carroza alegórica que representa el salón imperial, con un basamento o “podium” con escalinatas, rematado con un pórtico de columnas corintias libres que sirven de sostén a una cornisa semicircular. Recuerda la primera persecución contra los cristianos, en la que recibieron martirio San Pedro y San Pablo, y en cuya época fueron escritos los tres primeros evangelios. Se acompaña en su maestro, el filósofo cordobés Séneca, y de la guardia pretoriana. Su antecedente en procesión data de 1930, con el grupo del “Circo Romano”, ideado por Cayuela, como subgrupo del “Triunfo Cristiano”.
Es la primera carroza que se incluye en las procesiones de Lorca, adaptándose la plataforma representativa a las dimensiones de la Avenida Juan Carlos I en 1971.
CARRO ALEGÓRICO DEL TRIUNFO DEL CRISTIANISMO O DEL ÁNGEL CAÍDO
De inspiración renacentista veneciana, en su parte anterior se ubica la figura del demonio encadenado y en el montaje un ángel victorioso. Bajo la cúpula calada (en su parte posterior) un templete con pilastras corintias en cuyo centro se levantaba una cruz que fue sustituida por el manto de la Resurrección, representando a la iglesia símbolo de la Redención. Los siete pecados capitales (niñas que van vestidas de morado). Este grupo cierra el cortejo bíblico para dar paso al cortejo pasional. Esta caballería es la que da sentido a todos los personajes de la procesión y abren el cortejo religioso. Junto con el carro del triunfo forman una alegoría a la redención de Cristo, de que manera si nos fijamos, todos estos mantos representan a dioses de la mitología grecorromana. Lorca no se queda solamente en la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que es el misterio fundamental de la Semana Santa, sino que hace un estudio y pasa por encima de toda la historia de la Salvación, de toda la historia del cristianismo y de las diferentes culturas bíblicas.
CABALLERIA DEL TRIUNFO
Arranca la configuración de esta caballería como complemento a la carroza a la que precede, del año 1900, y como continuación del decimonónico grupo de Luzbel, al incorporarse al cortejo dos carrozas, una compuesta por Apolo y otros dioses, y otra que representaba a Jesús acompañado de las figuras que simbolizaban a las tres virtudes teologales.A lo largo de los años se le van añadiendo al grupo nuevas figuras (emperadores protectores del cristianismo), o se le van restando, por lo que al hacerse un grupo muy numeroso, se impone que no todas las figuras pudieran desfilar sobre la carroza, y empezaran a desfilar algunas de ellas a caballo.El primitivo grupo era una mezcla de personajes, que conllevaba una mezcla de estilos en la vestimenta. Ello ha dado origen al nacimiento posterior por desgajamiento del grupo primigenio, de numerosos grupos azules, de los cuales el Triunfo es el grupo matriz.El grupo que ahora vemos, se empieza a bordar en 1989, bajo presidencia de Peñarrubia Agius, y dirección artística de Miguel García Peñarrubia. Iniciado el bordado con los mantos de Ares y Poseidón, aunque están concluidos en 1990, no se produce su estreno sino hasta el año siguiente, cuando se han terminado los de Venus, Plutón, Diana, Júpiter y Apolo. Retorna la labor de bordado el director José López Gimeno, quien dibuja y dirige el bordado de los mantos de Mercurio, Baco, y Vulcano. |
CARROZA DEL TRIUNFO
Con inspiración bíblica en el Libro del Apocalipsis (cap. 19 y 20) el grupo del que la carroza forma parte se incorpora al Paso entre 1878 y 1891, época en la que procesionaba el antecesor del actual denominado «Luzbel vencido por las milicias celestiales, triunfando Jesucristo sobre Satanás». Como grupo del Triunfo, se estrena en 1900, bajo idea de Miguel Puche, y plasmado en la práctica por Luis Tornero, presentando dos vehículos, uno con Apolo y otros dioses, y otro con Jesús acompañado de las virtudes teologales. Este conjunto de figuras representaba el triunfo de la religión sobre los dioses paganos, y estaba formado por Plutón, Marte, Baco, Júpiter, Vulcano y Apolo, las nueve musas del parnaso, Minerva, Juno, Ceres, y los emperadores Otón, Constantino y Carlomagno.En 1903 se le añadieron siete nuevas figuras representando a los pecados capitales; cinco emperadores romanos favorecedores del cristianismo, y finalmente, la apoteosis del cristianismo simbolizada por un templo pagano derruido, y sobre una nube la cruz. La carroza iba tirada por siete caballos, montados por otros tantos demonios. La carroza fue obra de Cayuela.A lo largo del tiempo, se han realizado diferentes versiones de la carroza, y se han ido modificando las figuras que sobre la misma desfilaban.En la configuración que vemos, que data de 1982 siendo presidente Ángel Olcina, y cuya remodelación es la principal aportación azul a la presente Semana Santa, se sigue inspirando en el Apocalipsis. En su parte anterior, se ubica la figura de Luzbel encadenado. Tras él la Santa Cruz. En las escaleras que dan acceso a la cúpula, los heraldos del triunfo haciendo sonar las trompetas del Apocalipsis, y la representación de los pecados capitales. En la parte superior, junto a la cúpula, el Ángel del Señor, luciendo espada flamígera, y ataviado con túnica y manto carmesí con las figuras de unos grifos (renovado en 2007, es uno de los más antiguos que se conservan). En la parte trasera de la carroza, bajo la cúpula, en los arcos que la sostienen e incorporadas en 1987, unas pinturas de Manuel Fernández alusivas a los pecados capitales. Trabajadas sobre lienzos que se han adosado al carro. En 1997 se incorpora una nueva figura, también bajo la cúpula. Se trata de un dignatario eclesiástico tocado con mitra y báculo, y que porta a sus espaldas un gran manto en terciopelo granate, diseñado por Joaquín Gimeno y José López Gimeno, en el que se ha bordado en sedas, con greca orlándolo en oro, y como motivo central a la figura de Jesús en el momento de salir del sepulcro portando en su diestra un banderín, y ante la atónita mirada de los soldados romanos que lo custodiaban. Como sabemos, la resurrección de Cristo es la simbolización del triunfo de su doctrina: vence a la muerte, y es la esperanza de nuestra fe. En la estola de ese dignatario, aparece en su trasera la cabeza de San Pedro, y en su parte delantera, a los cuatro evangelistas. Se ha remodelado la carroza, subiéndole la cúpula, modificando a los figurantes de la parte delantera, se le han incorporado las estatuas laterales y el mascarón delantero, y se ha procedido a una nueva pintura en tonos más claros. Se han incorporado nuevos elementos decorativos en toda la carroza, destacando el mascarón central y las dos estatuas laterales, los tres en bronce. Y fundamentalmente se ha dotado a la cúpula de un nuevo cuerpo que le permite alcanzar una altura mayor. Esos heraldos visten tunicelas hasta las rodillas en color marfil, adornadas con pasamanería. Calzan botas de cuero negras con incrustaciones doradas. Sobre las tunicelas, una capa en raso ocre, sobre ésta unas hombreras metálicas. Se cubre, finalmente con unas casullas en terciopelo granate. El cuello de las mismas lleva bordados 6 rosetones en punto de oro. En el anverso de las casullas, también en oro, una cruz flamígera, y en el reverso, la tiara papal sobre las llaves de San Pedro, cruzadas, bordadas una en oro y la otra en plata. Van tocando unas trompetas anunciando el triunfo, y se tocan con casco metálico labrado, similar al de la guardia suiza, rematado por penacho de plumas granates rizadas a mano. Se ha sustituido la representación de los pecados capitales por otra en la que las mujeres que los encarnan visten túnicas de estilo greco-romano en rasos de diversos colores (cada uno simbolizando un pecado), adornadas con pedrería. Un cinturón con pedrería les ciñe la cintura. El peinado, de inspiración griega, con tiara y cintas.SOBERBIA: túnica lila y con atributo de espejo.AVARICIA: » dorada y cofre con joyas.ENVIDIA: » verde y serpiente. LUJURIA: » roja y fuego. GULA: » amarilla y fruta. IRA: “ granate y látigo. PEREZA: “ caldera y cojín. Alta: 7’20 m. Larga: 10’50 m. Sobre terciopelo granate, orlado por una greca de oro, aparece un gran motivo bordado en seda que describe el momento de la Resurrección de Jesucristo alzándose sobre la lápida del sepulcro ante el asombro de los soldados romanos que lo custodiaban. A su alrededor se describe una atmósfera lumínica de gran virtuosidad en el bordado. Está superado por una estola con la figura de San Pedro como máximo representante del cristianismo entre los hombres, el primer Papa de la iglesia “tú eres Pedro y sobre esta Piedra fundaré tu iglesia”. Está tocado por una mitra papal. El Cristo resucitando venciendo sobre el paganismo está formado por 16 metros cuadrados de hilo de seda y oro. Llevó nueve meses de bordado, quince bordadoras, ocho horas y hasta 24 horas diarias, se terminó el mismo Viernes Santo a las 18:00 horas para desfilar esa misma noche. Delante de la estola lleva bordado los cuatro evangelistas testimonio de la Salvación de Cristo.
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