Con este cuento quiero desearos Feliz Navidad.
RECUERDOS DE LA NAVIDAD
Como todos los años se acercaba la Navidad y era tradición en la familia de Julia que el primer viernes después del día de San Andrés se empezará a montar el Belén. Ese viernes había llegado, y los más pequeños de la casa estaban merendando después de llegar del colegio, se encontraban sentados alrededor de la mesa del comedor y esperaban a que llegara su padre del trabajo para comenzar a montar el Belén. Julia, la menor de los hermanos, se había levantado para acercarse a la pizarra negra que colgaba de una de las paredes y cogiendo una tiza blanca remarcar la palabra Navidad que el día anterior había escrito su madre y que estaba un poco borrosa.
Cuando estaba a punto de volver a sentarse, se oye la puerta de la casa y corriendo se acerca a la escalera por donde sube su padre, muy excitada le dice: “papa me dejas que suba a las falsas para bajar la caja donde se guardan las figuras del Belén”. “Claro pequeña, coge la que guarda el Nacimiento que compramos el año pasado en Las Novedades, voy a dejar la cartera en el despacho y ahora subo con tus hermanos a bajar el resto de cajas”.
Después de toda la tarde preparando el Belén, había llegado el momento final y más importante, cuando el benjamín de la familia tenía que colocar al Niño Jesús entre María y José. Todos los hermanos habían tenido ese privilegio, y desde hacía dos años los papas dejaban que lo hiciera Julia. Subida en una silla, y con el brazo extendido para poner la figurita sobre el pesebre, esperaba que su papa encendiera las luces que iluminaban el cielo estrellado, que había pintado sobre un gran papel pegado con chinchetas a la pared.
En ese momento entra por la puerta la abuela con una llanda llena de olorosas tortas de pascua recién horneadas, y al ver a toda su familia cantando villancicos alrededor del Belén, se emociona y se le saltan las lagrimas al recordar como le gustaba este momento a su hijo ausente. En ese instante Julia vuelve la cabeza y ve a su abuela cargada con las tortas y llorando, se baja de la silla, se acerca y sonriendo le dice, “no estés triste abuelita estamos en Navidad”.
Han pasado muchos años y cada vez que Julia saca las figuras del Nacimiento para montar el Belén con sus pequeños hijos, recuerda a su padre pintando el cielo del Belén, a su madre escribiendo Navidad en la negra pizarra del comedor y a su querida abuela haciendo las tortas de pascua y siente que ha llegado la Navidad.